No es ilógico, sino consecuente, trasladar al sector educativo, como se hace en el título de este texto, la frase más constante, y acertada a mi juicio, de la actual …
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En 2014, a un año de cumplirse el plazo para alcanzar las metas de laEducación para Todos (1990-2000-2015) y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), después de 25 y 15 años, respectivamente, cundió la alarma internacional: millones de niños y niñas no estaban aprendiendo a leer, escribir y calcular después de cuatro años o más de asistir a la escuela.
Aunque muchos de los fanáticos de la educación convencional lo dudaron y otros se opusieron, la telesecundaria es una realidad viva. Pocos recuerdan que fue por iniciativa de Álvaro Gálvez y Fuentes, El Bachiller, un locutor culto y entusiasta, y Guillermo González Camarena, un ingeniero innovador, quienes propusieron al entonces secretario de Educación Pública, Agustín Yáñez, la creación de la telesecundaria. El propósito: brindar oportunidad de estudios más allá de la primaria a miles de niños de zonas rurales o de la periferia de las ciudades que de otra manera no tendrían, se quedarían varados.
Estamos en plena efervescencia de un mundial de futbol, especialmente cuestionado por la manera en que fue designada la sede y lo que ha implicado en su planeación y ejecución. Sobresale también la manera en que el dinero y el poder se manifiesta en un deporte que según Alabarces (2018), muestra el papel central de las élites locales en la adopción de las actividades propias del ambiente futbolero, donde el factor central de su propagación se relaciona con el grado de incorporación de cada país al capitalismo mundial.
Si no estamos formando desde la escuela para garantizar la generación de mejores ciudadanas y ciudadanos entonces no estamos formando.
Descalificar a las evaluaciones estandarizadas, como pretende hacer el actual gobierno, es muestra de ignorancia, prejuicios y una gran carga ideológica.
Son añejas las dificultades relativas a la escolarización de niños en edad para cursar la educación preescolar. Pese a la obligatoriedad del nivel educativo, establecida en 2002, en el ciclo escolar previo a la pandemia, el 2018-2019, existían problemas considerables: la cobertura del nivel se situaba en 72.1%, mientras no se atendía siquiera la mitad de los niños de tres años (48%).
El desafío más urgente para las autoridades educativas federal y estatales, así como para el conjunto de instituciones de todos los tipos y niveles de enseñanza, es remontar los impactos negativos provocados por la pandemia, señaló la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya.
Al encabezar la ceremonia cívica de inicio de actividades en la Escuela Primaria federal “Licenciado Miguel Serrano”, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México y donde fuera la Casa de la Malinche, la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, afirmó que se buscará en sus casas a niñas y niños que aún no acuden a clases para invitarlos a que regresen a la escuela, porque es el lugar donde deben estar.
La recuperación de la matrícula en los tres niveles de enseñanza es el reto que enfrentan el sector educativo y la sociedad en general tras la pandemia. Para la actual administración es prioridad que los niños asistan a las escuelas, aprendan, jueguen, convivan, compartan y sean felices, señaló la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya
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