Con la participación de un experto de nacionalidad japonesa y 22 expertas nacionales y extranjeras, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) inauguró el foro La …
@2022 – Designed and Developed by Xalapasoft
En México, existe una relación directa entre el tono de piel, los niveles educativos y el desarrollo socioeconómico de las personas. La pigmentocracia, alimentada del racismo y la discriminación, parece marcar el destino de la población.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) establece en su artículo 1° que queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades, condición social, religión, opiniones, y preferencias sexuales, entre otros.
Hace unas semanas, la ONU publicó un informe sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el que se lee una sentencia lapidaria: “el mundo les está fallando a las niñas y a las mujeres”. El documento advierte diversos obstáculos no solo para combatir la desigualdad de género en todos los ámbitos, sino para diagnosticarlo correctamente y diseñar políticas públicas acertadas que beneficien a todas y todos.
Acercarse a la realidad es base de un proceso educativo que pretenda ser reflexivo y crítico, incluyendo lo que sucede más allá de nuestras fronteras. La Franja de Gaza es un territorio palestino ubicado entre Israel, Egipto y el Mar Mediterráneo. Tiene 360 kilómetros cuadrados y más de dos millones de habitantes. Forma con Cisjordania el Estado de Palestina, gobernado de manera oficial por la Autoridad Nacional Palestina con reconocimiento limitado.
En pleno siglo XXI, con un sinfín de avances tecnológicos revolucionando nuestras vidas en todas las áreas, la escuela se encuentra en una encrucijada. Surge un debate sobre el rumbo que debe tomar en un contexto donde la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías están transformando rápidamente nuestra sociedad. Algunos argumentan que la escuela debe abrazar estos avances y transformarse profundamente, mientras que otros creen que es el momento de repensarla y preservar su esencia humana, incluso alejándola de estas tecnologías.
En los últimos treinta años el sector educativo ha sido pieza clave en el diseño de las agendas políticas gubernamentales en diferentes países de América Latina (AL), que buscan ponerse a la vanguardia de las potencias mundiales para alcanzar un mayor desarrollo económico y humano.
Este lunes llegó a mi mente una frase de Catón que alimenta el pesimismo: “No sólo retrocedemos, también vamos para atrás”. Dos notas recientes nutren mi desilusión, lo que informan afecta de manera grave a los escolares y al futuro de la convivencia democrática.
En su retorno a La educación encierra un tesoro, Jaques Delors defiende la persistencia cultural de las escuelas y sus actores principales, los docentes. Plantea que las reformas educativas acarrean promesas, crean desequilibrio y muchas veces fracasan porque quienes lideran los cambios aspiran a transformaciones radicales y rápidas. Las escuelas sí modifican su hacer institucional, argumenta Delors, pero lo hacen más por factores internos, no tanto en respuesta a incentivos del exterior. Y lo ejecutan con parsimonia.
Cada vez estamos más convencidos de que la educación debe enseñarnos a ayudar a los demás. De esta manera, creo que nuestra vida tendría más sentido, como lo asumió en su momento el famoso caballero de los mares, Miguel Grau Seminario, al ofrendar su vida por nosotros, un 8 de octubre de 1879, en una absurda guerra que iniciaron los líderes de dos países hermanos, Chile y Perú.
Revista Aula. Revista de periodismo y análisis especializado en temas educativos que fortalece el debate de manera libre y plural.