En mi artículo anterior, comenté sobre la poca visibilidad que tiene la educación para la mayoría de los mexicanos y lo mal informados que están al respecto; tanto que, a …
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El prolongado deterioro educativo en México, acentuado en los últimos años, requiere urgentemente de propuestas por parte de las candidatas presidenciales.
Susan Robertson es profesora de la Universidad de Cambridge, muy conocida por sus posiciones críticas respecto a la mala conducta de los gobiernos en la regencia de la educación pública, tanto en su país como en el mundo. También censura el ascenso de la influencia de los organismos intergubernamentales, en especial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la promoción de PISA, como uno de los instrumentos para gobernar la educación por medio de los números.
Tal vez necesitamos recuperar ese arte tan humano que es la lentitud. Nuestros estilos de vida parecen contaminados irremediablemente por una presión que escapa a nuestro control; no hay tiempo que perder; queremos alcanzar las metas lo más rápidamente posible
Fue un martes. Para más señas, 26 de abril del 2022. Habrá que recordar esta fecha por el impacto que causó la intervención del Dr. Marx Arriaga —Director de Materiales Educativos de la SEP— en la conferencia matutina del presidente López Obrador.
Desde el año 2000, México participa en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), organizado cada tres años por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, la prueba prevista para 2021 se realizó un año después.
Al momento de escribir estas líneas, tengo la enorme satisfacción de participar desde distintos frentes y desde hace más de 12 años en la transferencia de las Comunidades de Aprendizaje a México y confío que sus transformaciones y la contundente y esperanzadora ciencia que le sostiene, continuará impactando en una mejor educación y en más sueños de vida que se hacen realidad a partir de ella.
Sin equidad en la educación, no existe justicia social. No se trata de ideologías políticas. Se trata de desarrollar el capital humano, con el propósito de establecer una sociedad más sostenida que el mundo de hoy exige. La lucha por la justicia social desde la educación requiere un compromiso colectivo, con el fin de garantizar un acceso equitativo a todos los estudiantes.
Es interesante reflexionar sobre el movimiento estudiantil de 1968 y vincularlo con las posteriores luchas por la democracia, generadas por formaciones sociales más amplias no sólo desde las instituciones educativas sino a través diversos colectivos o grupos independientes, durante las últimas décadas en México.
Las cuentas de la 4T en educación despliegan números rojos con sus estadísticas. Así lo expuse en un artículo anterior (26.02.2024), que demuestra el estancamiento de la matrícula nacional, la crisis de la eficiencia del sistema (en porcentaje egresan de licenciatura los mismos que en los “periodos neoliberales”), las tribulaciones del abandono en bachillerato y la parálisis del financiamiento durante la transformación lopezobradorista.
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