Para tener rumbo, es preciso saber dónde estamos. Esta administración, luego de un periodo dedicado a las modificaciones legales con el fin de lograr una nueva reforma educativa —pragmática, no …
@2022 – Designed and Developed by Xalapasoft
Para tener rumbo, es preciso saber dónde estamos. Esta administración, luego de un periodo dedicado a las modificaciones legales con el fin de lograr una nueva reforma educativa —pragmática, no programática—, y otro lapso a lidiar con un fenómeno totalmente inesperado como fue la pandemia (a través de una estrategia de escolarización remota de emergencia con resultados pobres, sin duda, y muy desiguales también), intentó, al amainar le contingencia, dar continuidad inmediata a los procesos pedagógicos con el fin de regresar, cuanto antes, a la “normalidad”, sin realizar un balance serio de sus diversas consecuencias, ni llevar a cabo algún programa específico que subsanara, en lo posible, los severos daños ocurridos en el aprendizaje y la socialización que la experiencia escolar implican.
A raíz de los más recientes resultados de la prueba PISA, en su aplicación de 2022, muchos países entraron en una larga discusión sobre la caída de los puntajes, respecto de 2018, y la subida de estos en solo algunos de los países miembros de la OCDE.
La reciente publicación de los resultados de la edición 2022 del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés) ha generado un amplio debate en el ámbito educativo mexicano. Por un lado, están los que sostienen, como el presidente Andrés Manuel López Obrador, que es una evaluación neoliberal a la que no debemos prestarle atención
Revista Aula. Revista de periodismo y análisis especializado en temas educativos que fortalece el debate de manera libre y plural.