Desde hace varios años, el tema de la autonomía profesional del magisterio se ha podido escuchar a través de los discursos que han pronunciado diversos funcionarios públicos que han puesto …
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De entrada, advierto, que las siguientes líneas no pretenden establecer una verdad absoluta en torno a un tema que, desde luego, tiene varias aristas de análisis; tampoco sugieren que, desde este espacio, se le esté haciendo el trabajo a la Secretaría de Educación Pública (SEP) en razón del mismo tema que me ocupó a escribirlas; lo que sí pretende generar, es un momento de reflexión sobre lo que en los últimos días se ha hablado mucho en el sector educativo y que ha generado una serie de interpretaciones al interior de los colectivos docentes derivado del Taller Intensivo de Formación Continua que se desarrolló, del 2 al 6 de enero, en la mayoría de los estados de la República Mexicana, me refiero al programa analítico y la planeación didáctica. Aspectos que, como se sabe, fueron confundidos, en principio, por la Secretaria de Educación, Leticia Ramírez y, posteriormente, en los Consejos Técnicos Escolares (CTE), en virtud de la desorganización que prevalece en la SEP en cuanto a los tiempos en los que emite las orientaciones para que sean trabajados en estos espacios por las maestras y maestros.
El siguiente texto fue expuesto por un servidor, en la Mesa de Análisis denominada Perspectivas de la reforma curricular 2022 que, el pasado 19 de enero de 2023, se transmitió por las plataformas de Educación Futura y Revista Aula. En ésta también participaron: Catalina Inclán, Irma Villalpando, Sergio Martínez y el periodista Erick Juárez. Espero sea de interés de quien lo lea, pues refleja un análisis de diversos momentos por los que ha transitado el Plan de Estudios 2022, desde su primera versión, hasta el desarrollo de los Consejos Técnicos Escolares de los primeros días del mes de enero de este año.
Culminó el Taller Intensivo de Formación Continua, que la Secretaría de Educación Pública (SEP), de conformidad con el calendario escolar y las acciones contempladas en éste para la “formación” sobre el Plan de Estudios 2022, se dirigió a supervisores, directores, maestras y maestros de educación básica de la República Mexicana. El balance puede tener varias aristas, algunas a favor y, como es natural, otras no tanto, dependiendo del cristal con el que se mire y las experiencias que se hayan adquirido al interior de los colectivos docentes; sin embargo, desde mi perspectiva, pienso en algunos puntos que no fueron muy favorables:
El 3 de junio de 2022, la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante Boletín No. 129, dio a conocer el calendario escolar 2022-2023 de educación básica y normal; desde ese entonces, llamó mi atención la propuesta de celebrar Talleres intensivos de Formación Continua para Docentes, Nuevos Planes y Programas de Estudio, uno de ellos, programado del 2 al 6 de enero de 2023 y, otro más, del 5 al 9 de junio de este mismo año; ambos, sin la presencia de estudiantes. Sin embargo, como bien se sabe, también, en ese mismo calendario escolar, se contempló otro Taller intensivo de Formación Continua, pero con la presencia de alumnos, mismo que estaría desarrollándose del 3 al 14 de julio de 2023.
En días pasados, por algunos medios de comunicación se dio a conocer, que la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, en su 14ª Reunión Ordinaria efectuada el 16 de noviembre del año en curso, había aprobado un dictamen relativo a la jubilación de los Trabajadores al Servicio del Estado. Dicho dictamen, reformaría los artículos 4º y 7º transitorios de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (LISSSTE), publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 31 de marzo de 2007.
Decía, atinadamente, Rosa Ma. Zuñiga (1990), en su texto titulado La institución escolar, lugar de deseos y lucha de poderes que: “El poder, el deseo, el deseo por el poder y por su libre ejercicio, son características de lo humano, sin embargo, a pesar de que se juegan en todas las actividades humanas, son reiteradamente negados u omitidos… Esto hace que, a pesar de que la tendencia de la institución a conservarse y representarse como estática, su dinámica fundamental sea el conflicto, en la que luchan – entre otros – dos proyectos fundamentales, uno de conservación y otro de transformación… Esto provoca una situación desgastante que limita el desarrollo de los sujetos y de la propia institución, haciéndola girar en círculos cerrados que repiten un discurso monótono y vacío…”, y no se equivocaba pues, como sabemos, en las instituciones la acción humana tiende a generar una lucha constante, independientemente de las circunstancias, y claro, del tiempo en el que sucedan.
Hace algunos años, específicamente en 2016, se difundió entre la comunidad normalista, una convocatoria para participar en el 1er. Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN), a desarrollarse en la ciudad de Mérida, Yucatán, en marzo de 2017. Un evento que, sin duda, generó una expectativa importante, sobre todo porque como podía leerse en dicha convocatoria, la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DEGESPE, hoy Dirección General de Educación Superior para el Magisterio, DGESUM), estaba convocando a estudiantes, maestras, maestros, investigadores, entre otras figuras educativas más, a participar en una actividad que, hasta esos momentos, no había sido debidamente capitalizada por las autoridades educativas federales y, en las entidades del país, la investigación educativa estaba en ciernes.
Es necesario “capitalizar todo aquello que la pandemia nos arrojó”, destacó el Dr. Abelardo Carro al presentar la ponencia “Educación a distancia y la práctica docente en contextos emergentes por la COVID-19. El caso de Jardín de niños ’Alfredo Nobel’” en el Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN), misma que realizó en coatuoría con Juan Carlos Espinosa Peña y Rocío Acosta Jaimes.
En septiembre de 2018, Mario Delgado, Coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, aseguró que se cumpliría el compromiso de campaña del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y se abrogaría la reforma educativa de 2013, por lo que no quedaría ni una coma. Meses más tarde, particularmente en mayo de 2019, después de intensas discusiones en el legislativo, se aprobó el Decreto por el que se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de los artículos 3º, 31º y 73º Constitucionales. Resultado de este proceso, varias “comas” quedaron en tal Decreto, claro, con excepción de la evaluación de permanencia que se eliminó porque, como se sabe, fue la causante de serias inconformidades de un amplio sector del magisterio mexicano de 2013 a 2018.
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