Desde hace dos décadas mi vida académica transita entre las universidades y ahora, después de observar y reflexionar el vertiginoso avance mundial, creo que estas instituciones como el máximo órgano pensante de una sociedad, a pesar de sus esfuerzos, no están aportando cambios sustanciales para mejorar la situación social del Perú, pues basta ver nuestra enorme dependencia tecnológicas, inequidad y brechas económicas.
Como respuesta a estos problemas, en el 2015 apareció los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030 (ODS), son 17 objetivos globales impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como: hambre cero, fin a la pobreza, producción responsable, calidad educativa, equidad de género, innovación, redes, trabajo decente, vida acuática, paz, salud para todos, no contaminación, entre otros.
Al respeto, cabe preguntarnos ¿Lograremos concretar estos ambiciosos objetivos al 2030? Lo dudo, pero hagamos el esfuerzo por una vida mejor. Para nuestra suerte contamos con las universidades que deben trabajar desde todos los frentes y no limitarse sólo a la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente como lo vienen haciendo, sino que estas deben centrarse a investigar, crear y brindar fórmulas para producir y exportar para así mejorar nuestras vidas y salir del marasmo de las dependencias.
Siendo conscientes, a 7 años de vencer la fecha del logro de estos objetivos, estamos lejos de cumplir, pues viendo a nuestro contexto nacional, creo que las universidades en vez de competir entre ellas para captar más estudiantes, deben asumir e incluir los ODS, como filosofía institucional en sus mallas curriculares de todas las carreras y generar líneas de investigación en el campo de la inteligencia artificial y robótica, pues de no hacerlo nos veremos más relegados en el concierto mundial.
Siguiendo las megatendencias de las tecnologías, es importante que las universidades peruanas, sobre todo en los posgrados, impulsen investigaciones experimentales que conlleven a la transformación y producción de conocimiento e innovación tecnológica, más allá de estar inundando a las revistas científicas con irrelevantes investigaciones descriptivas y bibliométricas como lo vienen haciendo ahora.
En esta línea, las universidades para lograr los ODS, es crucial que tejan redes y vínculos con diversas universidades de países desarrollados e instituciones mundiales como Google, Tesla Motors y otros centros reputados de investigación, con el objetivo de buscar la transferencia tecnológica tan necesaria para lograr transformar nuestras materias primas en productos manufacturados.
Asimismo, son las universidades quienes deben liderear el logro de los ODS y para ello es crucial trabajar con las municipalidades y gobiernos regionales de todo el país. La universidad detecta un problema o necesidad como la construcción de una carretera en Puno, investiga y plantea el proyecto de ejecución al Gobierno regional y es esta institución quien financiaría dicha labor, concretándose de esta manera un trabajo de sociedad y alianza estratégica institucional, claves para el logro del desarrollo sostenido.
Finalmente, los Objetivos del Desarrollo Sostenible involucra directamente a las universidades como órganos pensantes y, son ellos quienes deben liderar, ejecutar e implantar en sus mallas curriculares la idea de investigación para la transformación por una vida mejor, de no hacerlo, habremos echado a perder la oportunidad de lograr un desarrollo sostenido como país.
© David Auris Villegas. Escritor, columnista y pedagogo peruano.