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En relación a las habilidades para resolver operaciones básicas, el 57.5 por ciento de los alumnos de las tres telesecundarias mejoraron su nivel. En cuanto a resolución de problemas, el…

Medir el aprendizaje es clave para combatir el rezago educativo. Con herramientas de evaluación podemos identificar deficiencias y diseñar respuestas efectivas. Los sistemas educativos a nivel estatal deben utilizar herramientas…

Hace mucho, alguien me dijo que tener mente de aprendiz le mantenía vivo, expectante, en evolución. Y yo, al igual que la institución que represento, lo creo y vivo así.…

Todos somos maestros de buena o mala conducta. Hay quienes al vernos, se apartan de la mala y siguen la buena. Otros proceden al revés. Todos enseñamos a los más jóvenes a ser lo que somos o lo que deberíamos ser. “Un padre educa a su hijo hasta con el mal ejemplo”, palabras de Hutchins, un educador norteamericano que nos recuerda eso que nos gustaría olvidar: los adultos somos maestros inconscientes: procedemos como si nadie nos viera. Impunemente damos mal o buen ejemplo a los jóvenes. ¿Podemos exigirles que sean mejores que nosotros?
Juan José Arreola. La palabra educación, p. 104.

¿Resultado pedagógico? Y más importante todavía preguntar: ¿Cuál fue la experiencia humana con respecto al instructor? ¿Cuáles los valores de comunicación, de afecto, de solidaridad, casi de fraternidad?
La única autoridad que podemos consentir es la que se desprende de la capacidad, de la categoría intelectual, de los dones del conocimiento obtenidos a lo largo del esfuerzo o de las cualidades a veces innatas que hacen del maestro también un artista.
Juan José Arreola. La palabra Educación, p, 102.