Parece que la Secretaría de Educación Pública aplicó a la jueza Yadira Elizabeth Medina Alcántara eso de no me venga con el cuento de que la ley es la ley. …
@2022 – Designed and Developed by Xalapasoft
El mes pasado se cumplieron 66 años de que terminé mi primaria. No que sea memorioso, el recuerdo me llegó sin que mi mente lo pidiera de forma consciente. No sé qué lo disparó, pero ya una vez encarrerado las remembranzas no se detuvieron. Mi mejor evocación tiene que ver con las maestras que me tocaron durante los seis años; nunca tuve un profesor varón. Eran muy profesionales, trabajadoras y buena onda.
El jueves de la semana pasada, charlé largo con un amigo y colega sobre la política educativa y la política en general. Ambos somos gente del sector educativo y vemos con ojos críticos la tendencia de la Cuatroté a cambiar todo, con precipitación y alevosía, sin consultas serias y con desprecio al trabajo y tradición de los docentes.
En definitiva, la ley es un estorbo para el gobierno de la Cuatroté. Ya mostró que no acatará el veredicto de la jueza Yadira Medina de suspender la impresión y distribución de los libros de texto gratuitos. Es más, le respondió que no tiene esos libros, cuando el mismo presidente López Obrador asegura que muchos ya están en los estados y que en agosto, al comienzo del ciclo escolar, estarán en cada escuela.
El martes de la semana pasada, Keiko Nagaoka, ministra de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología (MEXT) y, además, ministra encargada de Diseñar el Futuro de la Educación de Japón, ofreció una conferencia de prensa. Expresó que el MEXT examinó los debates acerca de la inteligencia artificial, su provecho y escollos.
No obstante que había escrito en periódicos estudiantiles y en diarios nacionales, como El Economista y El Financiero, además de una columna en U2000: La crónica de la educación superior y colaboraciones esporádicas en Reforma, no me sentía periodista. No consideraba que escribir editoriales me desempolvaba de mi cubículo y me ponía en la plaza pública. Mas a comienzos de marzo de 2006, una invitación de Pascal Beltrán del Río inició mi evolución. Hoy me percibo como académico y periodista. No encuentro divergencia entre una y otra actividad; tampoco una disociación entre esas profesiones y mi vida personal
La legitimidad que otorgan las urnas no es para siempre; la mala actuación del gobierno la erosiona y desgasta a las instituciones. No obstante, tradiciones y prácticas sostienen cierta dinámica que pudieran contrarrestar los desvaríos de los políticos. La política educativa de la cuarta transformación puede ilustrar el punto.
Con base en el trabajo de Antonio Gramsci, Michael Apple, conceptuó que el conocimiento oficial es una pieza fundamental para que un grupo, partido o clase social mantenga el poder político y la hegemonía cultural.
La educación es política y la política es educación, recoge una disposición del filósofo italiano Antonio Gramsci. La andanada gubernamental, del presidente Andrés Manuel López Obrador en persona, contra el Instituto Nacional Electoral (INE) y la réplica que recibe de partidos de oposición, organizaciones sociales, periodistas e intelectuales, acaso ofrezca más lecciones de cultura ciudadana que las clases de civismo o de educación cívica y ética, que es como se le denomina en el currículo vigente.
Hoy presento a mis lectores un nuevo libro que tardó varios años en salir de la prensa, Arrojos contra el vendaval. Mis colegas y yo documentamos 29 casos de buenas prácticas de educación que chocan con el vendaval de un sistema educativo de baja calidad, cargado de burocracia y relaciones perversas, inequitativo.
Revista Aula. Revista de periodismo y análisis especializado en temas educativos que fortalece el debate de manera libre y plural.