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Educación en el informe presidencial

by Carlos Ornelas
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Carlos Ornelas
Carlos Ornelas

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al rendir su primer informe de gobierno, porfió en los rituales de la República imperial, pero con acento femenino. Fue el día de la presidenta, del humanismo mexicano redoblado y del bienestar que acarrea la Cuatroté. La ceremonia en Palacio Nacional reunió a lo más selecto de Morena y aliados. En el centro, la presidenta, los personajes cercanos e invitados especiales. El 1 de septiembre fue un día largo, 18 horas de ceremonias.

La presidenta comenzó bien: “Como primera mujer Presidenta en rendir cuentas a la nación, sostengo, como el primer día: que no llegué sola, llegué con todas las mujeres mexicanas”. Pero luego exageró al afirmar que “Eso ha generado en las niñas, jóvenes y adultas, una fuerza extraordinaria que mueve conciencias, abre caminos y rompe barreras que, por siglos, parecían imposibles de derribar”. Cierto, la causa de las mujeres muestra progreso, pero falta mucho por alcanzar. Además, sus luchas no se originaron en Morena ni en la Cuatroté, ni en su gobierno, vienen de lejos y de muchas partes. Esas batallas incluyen a las madres buscadoras, que en buena medida desprecia el gobierno.

La presidenta recurrió a la crítica al pasado y al neoliberalismo y ensalzó lo que considera virtudes del nuevo régimen: “En México… se practica la mayor libertad de expresión de toda la historia; no existe la censura.” Asunto muy difícil de fundamentar. Después agregó que el “Humanismo Mexicano también consolida la soberanía, la democracia y las libertades”. Estamos cerca del paraíso.

En su discurso, la educación representó un papel secundario. Predominó el autoelogio por la institución del el Bachillerato Nacional, proyecto que en el papel integra y armoniza cerca de 32 sistemas de educación media. Pero no los bachilleratos de la Universidad Nacional Autónoma de México, ni del Instituto Politécnico Nacional. Criticó los exámenes de la Comipems. “A diferencia de años anteriores, que las y los adolescentes se les hacía creer que había buenas y malas escuelas y que su calificación en un examen determinaba a cuál de ellas podían acceder, hoy saben que todas las escuelas de educación media superior públicas son buenas y que ellos pueden decidir a cuál a asistir a través o a partir del lugar donde viven” ¿Todas son buenas? Los periódicos ilustran fallas de todo tipo, violencia, falta de infraestructura, ausentismo de docentes y cargas de trabajo para los directores. Aunque coincido en que: “Las y los más jóvenes deben ser cuidados, protegidos y debe dárseles acceso a derechos para que puedan desarrollar toda su creatividad en libertad”. Una buena apuesta que requiere de recursos y preparación de profesores. Pero la austeridad republicana no ofrece resguardo.

Habló de las creaciones de la Cuatroté: “Fortalecimos las Universidades del Bienestar ‘Benito Juárez’, que atienden hoy a 85 mil estudiantes en 202 sedes. Y creamos la Universidad Nacional Rosario Castellanos, que este año atenderá a 77 mil jóvenes”. Habló del aumento de salarios a docentes y que, de manera gradual, se reducirá la edad de jubilación. También anunció cambios en la Carrera Magisterial. Pero no informó de dónde vendrán los recursos. La joya de la corona: “Este año lanzamos también la campaña ‘Vive saludable, vive feliz’ en las escuelas primarias y la Estrategia por la Paz y Contra las Adicciones”. Programas que ya arrojan ciertos resultados.

Extrañó que la presidenta haya mencionado a la Nueva Escuela Mexicana en una sola ocasión. De echarle flores se encargó el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, quien la puso en los umbrales de la perfección. Discurrió que la NEM es radical. Aseguró que es “porque regresa a la raíz de lo que nos hace seres humanos plenos: el amor al territorio, a la comunidad y a los saberes”.

Se equivocó quien esperaba algo de autocrítica con tonalidad femenina. En contraste con el optimismo presidencial, la investigación educativa documenta que la educación nacional atraviesa por miles de contrariedades, la más grave: la pérdida de aprendizajes de los alumnos. Tal vez la ejecución de la NEM y la austeridad republicana profundicen esos males.

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