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Escuelas que Aprenden: un laboratorio vivo en Tamaulipas

by Pluma Invitada
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Patricia Urióstegui y Andrea Abrego*

La ONU, a través de la Agenda 2030, ha desarrollado y articulado 17 objetivos que buscan generar un “plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad” (UNESCO, 2020). Durante los últimos años, en México nos hemos enfrentado a muchos retos en la educación, los cuales van desde la desigualdad en el acceso, los problemas que limitan la permanencia, hasta la necesidad de innovar las metodologías de enseñanza-aprendizaje que se aplican en las aulas. Frente a ello, las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se han consolidado como actores clave para contrarrestarlos, por su capacidad y agilidad de respuesta innovadora y de alto impacto a las necesidades de las comunidades, además de su gran capacidad para generar alianzas estratégicas y redes de colaboración que promueven la reflexión crítica y fomentan la resiliencia frente a los cambios sociales. De esta manera, contribuyen de forma significativa al cumplimiento del cuarto objetivo de la Agenda 2030: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todas las personas.

En este sentido, el programa Escuelas que Aprenden, desarrollado por Proyecto Nuevo Maestro, iniciativa de Radix Education, en alianza con Enseña por México, la Secretaría de Educación de Tamaulipas, docentes, directivos, comunidades educativas, y con el financiamiento de Woodside Energy, se ha convertido en un referente de cómo la participación conjunta entre sociedad civil, gobierno y sector privado puede transformar realidades educativas.

Nuestro programa parte de una premisa fundamental: una escuela también puede aprender. Una Escuela que Aprende es aquella capaz de desaprender y volver a aprender, de explorar y de adaptarse, de reflexionar sobre su realidad interna y externa, y de integrar los cambios del entorno a su quehacer educativo; este enfoque integral nos ha permitido promover no solo el desarrollo profesional docente, sino también fortalecer el liderazgo escolar y la cohesión comunitaria a través de espacios de capacitación docente, sesiones de coinvestigación con directivos y actividades comunitarias donde participan estudiantes, familias, docentes y directivos (Senge, 2000).

La metodología que sustenta nuestra intervención en las comunidades educativas de Tamaulipas es la Investigación-Acción Participativa (IAP), lo que garantiza que la comunidad educativa esté siempre en el centro del proceso. Nuestro programa se estructura en tres momentos clave: el diagnóstico, con el cual reconocemos el contexto y necesidades específicas de cada escuela; además, nos permite diseñar un mapa curricular alineado a sus necesidades y recursos. Posteriormente, llegamos a la implementación, donde abordamos los temas del mapa curricular a través de sesiones de capacitación docente y directiva.Y, por último, la evaluación, la cual, lejos de ser un sólo momento, es un proceso transversal que está presente a lo largo de toda la implementación de nuestro programa.

Desde el año 2020, con Escuelas que Aprenden hemos logrado un alcance significativo en Tamaulipas. En apenas cinco años de operación, hemos impactado directamente a más de 1,200 docentes de nivel básico y medio superior en 49 escuelas distribuidas en cuatro municipios: Tampico, Ciudad Madero, Altamira y Matamoros, y de manera indirecta, hemos alcanzado a más de 31,000 estudiantes, quienes participan en espacios de aprendizaje más innovadores y significativos, gracias al fortalecimiento de las habilidades socioemocionales, pedagógicas, digitales y de liderazgo de sus docentes.

El impacto de nuestro programa va mucho más allá del aula, ya que además ha brindado oportunidades a estudiantes, en las cuales se ha sembrado la confianza de que pueden contribuir a la mejora de su entorno. Así lo demostró Litcy Yañez, quien fue seleccionada para el WiSci Girls STEAM Camp México 2023, un encuentro internacional realizado en la Ciudad de México que reunió a jóvenes de todo el continente americano. Durante el campamento, Litcy exploró de cerca las disciplinas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y diseño, y matemáticas), fortaleció su liderazgo y vivió una experiencia intercultural que marcó su camino personal y académico.

También destacamos la historia de Nancy García Rivera, participante en Talentum Mujeres Civitas 2023 y 2024, una iniciativa que impulsa a jóvenes de escuelas públicas a descubrir su potencial, ya que fomenta el desarrollo de habilidades como el autoconocimiento, la confianza en sí mismas, el sentido de autoeficacia, las capacidades ciudadanas y el compromiso de actuar en beneficio de sus comunidades. Gracias al programa, Nancy participó en conferencias, recibió mentorías de universitarias inspiradoras y vivió un viaje académico inolvidable a la Ciudad de México.

Historias como las de Litcy y Nancy nos recuerdan que cuando una joven se empodera, transforma no solo su vida, sino la de quienes la rodean. Nuestro compromiso sigue siendo acompañar a más estudiantes en este camino de convertirse en líderes y agentes de cambio que construyen un mejor futuro.

Además del desarrollo personal y académico de las y los estudiantes, nuestro programa también ha generado un impacto tangible en las comunidades, esto a través de la donación que realizó Woodside Energy para la instalación de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia en seis escuelas del sur de Tamaulipas, promoviendo así el cuidado del medio ambiente y garantizando un mejor acceso al agua para sus actividades diarias. Estas acciones fortalecen la conciencia ecológica y demuestran que la mejora surge cuando trabajamos en conjunto.

Tamaulipas es hoy un laboratorio vivo que nos permite observar cómo los programas de la sociedad civil pueden transformar la dinámica educativa, inspirar nuevas generaciones y sembrar la semilla de un futuro más equitativo y próspero. Reconocemos la valiosa labor de las y los docentes y directivos que nos han abierto las puertas de sus escuelas para hacer todo esto posible. Las voluntades de la comunidad educativa son un eslabón fundamental para materializar el esfuerzo colectivo porque en tiempos donde la innovación y la colaboración son esenciales, las Escuelas que Aprenden nos recuerdan que, para enseñar, también hay que estar dispuestos a aprender.

Acerca de las autoras

Patricia actualmente se desempeña como Coordinadora del programa “Escuelas que Aprenden” de Radix Education, que se implementa en Tamaulipas. Además, es psicóloga con más de 7 años de experiencia en la sociedad civil, impulsando y colaborando en iniciativas que promueven la equidad y la calidad educativa, con el firme compromiso de garantizar el acceso a una educación transformadora para todas y todos.

Andrea se desempeña actualmente como tutora educativa en Radix Education, donde colabora en el diseño e implementación de programas de profesionalización docente. Cuenta con más de cinco años de experiencia en asociaciones de la sociedad civil donde ha colaborado con iniciativas de reconstrucción del tejido social, ayuda humanitaria y procesos educativos en espacios formales.

Referencias:

  • Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (2020). El aporte de la sociedad civil a los propósitos de la educación en la Agenda 2030, en la región de América Latina y el Caribe. UNESCO. El aporte de la sociedad civil a los propósitos de la educación en la
  • Senge, P., Cambron-McCabe, N., Lucas, T., Smith, B., & Dutton, J. (2020). La quinta disciplina : Escuelas que aprenden : Un manual de la quinta disciplina para educadores, padres de familia y todos los que se interesen en la educación. Editorial Norma.
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