A partir del 2 de diciembre del 2024, por decreto presidencial, la Universidad Rosario Castellanos es Nacional: pasó de URC a UNRC para ampliar la oferta de educación superior mediante …
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¿Qué significa que una universidad sea nacional? ¿Qué condiciones académicas hacen a unas entidades educativas ser universidades, y a otras no? ¿Hay un criterio claro para distinguir a la educación superior universitaria de la no universitaria?
Desde hace 25 siglos la cuestión sobre el cambio y la permanencia —como característica fundamental de la realidad— ha estado viva en el pensamiento humano en Occidente. Heráclito propuso a la transformación como inherente a lo que existe, y Parménides consideró lo contrario: la inmutabilidad es la clave del ser. Más allá de la discusión filosófica, la experiencia humana advierte que, en la vida misma, y en los procesos sociales y naturales que procura comprender o explicar, hay una tensión constante entre lo que se modifica y lo que se conserva.
No cabe duda: uno escribe en procura de hallar quien lo lea, y el camino llega a buen puerto cuando, además de le generosidad de apartar unos minutos a lo que en esta columna se bosqueja, se dedica más tiempo a comentar lo dicho, criticarlo o sugerir otras pistas. Escribir, cuando esto ocurre, es uno de los caminos más interesantes para aprender y vereda segura para aceptar los límites de lo que nos es dado conocer en nuestra circunstancia, siempre limitada.
¿Tú crees que puede haber una universidad crítica? La pregunta no cayó en tierra yerma, sino en la fértil consideración de un sabio hombre de ciencia, Onofre Rojo, en ese entonces compañero de trabajo. Guardó, como es debido, un rato de silencio para meditar su respuesta: Sí, claro que sí. Pero sólo si es una muy buena universidad.
Hacer del conocimiento público un hallazgo o un error, siguiendo normas de coherencia argumental en relación con evidencia empírica confiable y válida, ubica al artículo, al libro o al capítulo como el medio para dar a conocer lo investigado.
Alicia, en el país de las maravillas, llega a una encrucijada. Duda. Pregunta al gato Cheshire: “¿Qué camino debo tomar?” Él responde: “Eso depende mucho del lugar adonde quieras ir… Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué camino sigas”. A pesar de su aparente obviedad, lo que Lewis Carroll escribe en ese diálogo es genial. Yo añadiría que tan necesario es saber el destino como el sitio desde el cual se va a partir: esas coordenadas de arranque son cruciales para decidir la ruta a emprender.
En la toma de decisiones políticas en materia educativa, como en las demás dimensiones relevantes de la vida social, es crucial esclarecer cuál es la cuestión que requiere ser atendida. Esto sería obvio a no ser porque, en muchas ocasiones, las acciones que se emprenden se orientan a modificar los síntomas del problema, dejando intacto el entuerto. Y esto, lejos de resolver el conflicto, suele agravarlo. Es semejante a quien cree que, al provocar lareducción de la temperatura de un paciente, la enfermedadque produjo su alza desaparece.
Una novedad en le presentación de los y las primeras integrantes del gabinete de la presidenta Sheimbaum, el jueves 19 de junio, fue la noticia del pasaje del Nuevo CONAHCYT (Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología), que es hoy un Organismo Público Descentralizado del gobierno federal, al estatus de Secretaría de Estado dedicada a las Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Todo texto sólo existe cuando alguien nos lee. Antes de la generosidad de quienes apartan un tiempo de su vida para considerar lo que redactamos, el escrito —a mi juicio— está incompleto. Y si además de leerlo suscita una respuesta, la razón de ser de las palabras que hemos unido en procura de expresar un argumento se enriquece.
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