
Las redes sociales hoy pueden ser entendidas como mecanismos de control de la opinión pública.
La Generación “Z” conocida también como los centennials, o zoomers, apodo informal que juega con el término “boomers” (Generación Baby Boom) y refleja su rapidez, hiperconectividad y estilo de vida digital, está integrada por jóvenes nacidos aproximadamente entre 1995 y 2012, auténticos nativos digitales que han crecido en entornos virtuales y de aprendizaje práctico, que con el advenimiento de Internet presentan patrones de comunicación caracterizados por la inmediatez de las interacciones. En cuanto a las variables sociodemográficas, como la edad y el género, las investigaciones se han centrado en esta franja de edad que más usa las herramientas digitales.
Se ha reportado que los jóvenes de la Generación “Z” son los que más contacto tienen con las Redes Sociales Virtuales RSV, dado que forman parte de sus vidas tanto en los ámbitos educativo, familiar y social como laboral. También han ganado relevancia en este campo los estudios sobre los jóvenes de la Generación “Z”, ya que vivimos en una sociedad mass-mediática, posindustrial, digitalizada y posmoderna, todo lo cual determina las identidades de los jóvenes como iuventus digitalis y iuventus ludens (Moral y Ovejero, 2005).
Las plataformas de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y TikTok, han lograron capturar a más de un tercio de la población mundial (Meeker, 2020), en ellas, el sujeto se convierte en usuario, que se ve forzado a recrear su identidad de manera digital en un perfil dentro de las plataformas para presentarse como individuo de este contexto.
Este proceso de formación de identidad sucede continuamente y evoluciona nutrido de interacciones meta contextuales y estas interacciones han sido gradualmente adoptadas por marcas y agentes políticos globales, además, es muy importante conocer que el fenómeno de asunción de identidades en las redes sociales y la influencia que tiene la inteligencia artificial (bots) influyen y toman ventaja de los momentos de vulnerabilidad de muchos sujetos (Gaal et al, 2022), lo que contribuye a el control de la opinión pública.
La marcha que ha sido convocada aparentemente por la Generación “Z” para el 15 de noviembre, dista muchos de ser una convocatoria genuina, si bien puede haber jóvenes que no estén de acuerdo con el gobierno y sus demandas también pueden ser legítimas, cuando observas quienes, y de qué manera se está difundiendo la invitación, las dudas salen a relucir.
Muchos de sus promotores nada tienen que ver con la Generación “Z”, sino que forman parte de una estrategia digital pagada e impulsada desde el extranjero y vinculada a grupos de derecha, tanto nacionales como internacionales.
El análisis, realizado por el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (2025), apunta que la convocatoria surgió de cuentas recientemente creadas, muchas operadas desde el extranjero que utilizaron inteligencia artificial para producir contenidos y que el gasto estimado en la campaña digital supera los 90 millones de pesos entre octubre y lo que va de noviembre.
Se ha revelado que de las 179 cuentas en TikTok que impulsaron el lanzamiento de la convocatoria, 50 fueron creadas entre octubre y noviembre, mientras que 359 comunidades en Facebook comenzaron a publicar de manera sincronizada sobre el tema a partir del 26 de octubre. También se han identificado la participación de políticos y comunicadores que no son de esta generación y si están vinculados a la oposición mexicana, como Vicente Fox, Claudio X. González, Alessandra Rojo de la Vega, Ricardo Salinas Pliego, influencers y comentaristas que promueven la marcha desde sus redes.
Vuelve a preocupar la polarización que se está originando e insisto en focalizar los relatos propagandísticos digitales que destruyen la convivencia y la paz social con una mirada crítica como el gran desafío de estos tiempos. Las redes sociales que se habían percibido, en un inicio, como espacios democráticos para el desarrollo, hoy pueden ser entendidas también como mecanismos de control de la opinión pública, ya sea por la contaminación a través de relatos falsos o por el posible control y censura que apliquen los grupos de poder o el gobierno, en un intento por ampliar o mitigar alguna situación (Rodríguez, 2015).
Referencias
Gaal Fong, Juan Carlos, Gutiérrez Cortés, Fernando Ignacio, & Miranda Villanueva, Óscar Mario. (2022). Manipulación ideológica en redes sociales: acoso, engaño y violencia en el entorno digital. Palabra Clave, 25(3), e2539. Epub August 03.
Meeker, M. (2020). Internet trends 2019. Bond Capital
Moral Jiménez, M. de la V., & Ovejero Bernal, A. (2005). Análisis diferencial por niveles de edad de las actitudes hacia el consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes españoles. Interamerican Journal of Psychology, 39(3), 325–338
Rodríguez-Fernández, L. (2015). El uso de Facebook y Twitter de las fuerzas de defensa de Israel en la operación “Margen Protector”. Historia de la Comunicación Social, 20(2), 465-482. DOI: 10.5209/rev_HICS.2015.v20.n2.51394