En el mes de la mujer, Mexicanos Primero hace un llamado a las candidatas y el candidato a la presidencia a crear políticas que permitan a niñas, adolescentes y jóvenes ir a la escuela durante su periodo menstrual y que existan condiciones de higiene y educación para que se evite el ausentismo que afecta directamente su aprendizaje.
Por ello, se presentó el libro Menstruar en la Escuela realizado por Mexicanos Primero en colaboración con Fundación Femmex y Aprender Primero, una publicación que expone las dificultades que tienen las mujeres y personas menstruantes para poder permanecer en la escuela: falta de productos como toallas, tampones o copas, falta de baños y agua corriente, y el inadecuado manejo sobre el tema en los materiales escolares. Todo esto propicia tabúes y las convierte en blanco de agresiones en los planteles escolares.
Las candidatas principalmente, deben ser empáticas y pensar que lo que ellas mismas vivieron o vieron en sus escuelas no puede seguir sucediendo, porque a pesar de los avances en la legislación y en la inclusión del tema en los libros de texto, la pobreza menstrual que se refiere a las necesidades básicas para una menstruación digna, es un tema que no está estudiado y apenas se habla de él.
Una encuesta de UNICEF señala que 4 de cada 10 estudiantes que atraviesan por su periodo menstrual no están en la escuela, al menos durante uno o dos días cada mes. Esta situación ocasiona rezago educativo que puede desencadenar en abandono escolar. El 20% alguna vez ha faltado a la escuela o dejó de tomar clases virtuales por tener la menstruación, 30% usa papel higiénico en lugar de toallas, 66% piensa que los baños de su escuela están sucios y 73% se lava las manos sin jabón.
El tema no es cosa menor, pues de acuerdo con el censo de población (INEGI) que se realizó en 2020, del total de la población en México que es de 126 millones de personas, 34.2% son mujeres en edad reproductiva (10 a 54 años), y de ellas, 18.2 millones son niñas y adolescentes.
Y lo básico para atender las necesidades de las estudiantes en las escuelas no está garantizado; de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), el 23.6% del total de escuelas en el país no tienen agua potable (es decir más de 56 mil escuelas), 5,946 escuelas no tiene baños, y las escuelas que sí tienen sanitarios en los servicios comunitarios son mixtos.
Durante la presentación del libro, Artemisa Belmonte, secretaria general de Fundación Femmex aseguró que la adecuada gestión de la menstruación está estrechamente ligada a que las niñas y adolescentes asistan a la escuela y aprendan y participen en ella. “Está documentado que el miedo a manchar su ropa, la prevalencia de estigmas y tabúes, la carencia de insumos y la falta de instalaciones adecuadas y agua, son razones por las que las niñas dejan de asistir a la escuela y esto aumenta el riesgo de abandonarla”.
Begoña Suárez, coordinadora de Judicialización en Aprender Primero, explicó que a pesar de que 15 estados modificaron sus leyes para visibilizar la menstruación y existe mayor claridad del tema en los libros de texto gratuito, todavía es insuficiente porque en 17 estados no hay ninguna mención y siguen existiendo carencias respecto a insumos, baños y agua corriente en las escuelas.
“El hecho de incluir el tema de educación menstrual en las leyes de educación implica visibilizar una problemática que por mucho tiempo pasó desapercibida; reconocemos el avance en los libros de texto que son cada vez más completos, adecuados y oportunos. Sin embargo, solo podemos hablar de una menstruación digna cuando exista educación en la materia y que todas las escuelas cuenten con espacios sanitarios adecuados, agua corriente e insumos de gestión menstrual gratuitos”, explicó.
Por ello, Patricia Vázquez del Mercado, Presidenta Ejecutiva de Mexicanos Primero hizo un llamado las candidatas Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y al candidato Jorge Álvarez Máynez a crear políticas y buscar caminos que protejan a las niñas, adolescentes y jóvenes durante su periodo menstrual y se ofrezca la suficiente información, legislación y condiciones materiales para que nunca, ninguna mujer, vuelva a sentir vergüenza, sea agredida o no ejerza su derecho a estar en la escuela durante su periodo menstrual.
“En el mes de la mujer hemos decidido hablar de Menstruar en la escuela para pedir a quienes tomarán las decisiones por los próximos 6 años que piensen en las niñas, adolescentes y jóvenes en la escuela, en lo relevante que resulta poner en la agenda el tema de la menstruación para que deje de ser un obstáculo en el derecho que tienen de estar, aprender y participar en su escuela. Cada día que pasa en el que no ejercen ese derecho pierden oportunidades que les afectarán durante toda su vida; pongamos la seriedad que la menstruación digna en las escuelas merece”.