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Una exploración rápida a las capacidades de conocimiento científico-tecnológico en dos IES de Baja California

by Pluma Invitada
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Rodolfo García Galván

1. Universidad Autónoma de Baja California (UABC)

La UABC es considerada como la máxima casa de estudios de Baja California, no sólo su tamaño es importante, también lo es el hecho de que cuenta con campus en los principales centros poblacionales de la entidad Tijuana, Mexicali y Ensenada con unidades desconcentradas en otros municipios (Tecate y San Quintín). Para algunos investigadores (Bajo, 2006; López-Leyva, 2002; Ocegueda et al., 2014), esta universidad puede considerarse como la principal institución de educación superior (IES) del noroeste mexicano, tomando en consideración el reconocimiento a sus planes de estudios, los posgrados de calidad y el potencial de investigación que tiene por sus académicos e investigadores.

            Si bien el crecimiento de la UABC se había mantenido en una senda normal desde su fundación a finales de los 1950; en la última década, prácticamente duplicó su tamaño en cuanto a la matrícula de estudiantes en el nivel superior y en posgrado, pues en la actualidad atiende a más de 63 mil estudiantes (29,217 en Tijuana; 23,024 en Mexicali; 11,254 en Ensenada) (UABC, 2018). Las últimas administraciones de la universidad se han empeñado en lograr una coexistencia sana entre las necesidades de rápido crecimiento, sin el descuido de las fuentes de financiamiento.     Como se muestra en el cuadro 1, la mayor parte de los profesores de tiempo completo (PTC) se encontraban adscritos al campus de Mexicali representando más del 40% del total, aunque la mayor cantidad de matrícula se registra en Tijuana. Del total de PTC, 99% contaba con estudios de posgrado (especialidad, maestría o doctorado), 71% formaba parte del Programa para el Desarrollo Profesional Docente, para el Tipo Superior (Prodep). Asimismo, más del 60% de los PTC contaba con estudios de doctorado, y 32% (más de 400 investigadores) formaban parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). También, poco menos del 30% de los grupos de investigación (cuerpos académicos) se clasificaban como consolidados. Por último, en relación a los estudios de posgrado, la UABC ha seguido una política de que todo programa de especialidad (10 programas), maestría (24 programas) o doctorado (14 programas) se encontraban registrados en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (ahora reemplazado por el Sistema Nacional de Posgrados) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de esa manera se aseguran ciertos estándares de calidad estipulados por el mismo Conacyt.

            Cuadro 1. Principales características de los profesores de tiempo completo de la UABC

Distribución por campus
Total de PTCMexicaliTijuanaEnsenada
1,289519448322
Escolaridad y reconocimientos académicos
Con posgradoMiembros del ProdepCon doctoradoMiembros del SNI
99%71%61%32%
Cuerpos académicos
TotalEn formaciónEn consolidaciónConsolidados
21542%30%28%

Fuente: elaborado con base indicadores institucionales de la UABC (2018).

Los datos previos dan una idea de las fortalezas en investigación que tiene la UABC, que si se compara con otras universidades públicas estatales del país tiene un papel sobresaliente, y a nivel de Baja California, por mucho, la UABC es la principal institución de educación superior. Sin embargo, las dotaciones científicas y tecnológicas de las universidades y centros de investigación en México, distan mucho del desempeño que registran sus similares en países tecnológicamente avanzados como Corea del Sur, Taiwán o Alemania; aún en el contexto regional, se crítica el hecho de que las dotaciones científicas y los recursos en investigación no impacten de manera significativa en la innovación regional.

Resumiendo, la UABC cuenta con importantes ventajas comparativas en investigación tecnocientífica, destacan por ejemplo, las ingenierías y tecnologías, así como las ciencias marinas; el equipamiento científico y tecnológico junto con la infraestructura para la investigación y la experimentación (ocho institutos de investigación y varias facultades con fuente vocación en investigación científica) también son activos importantes con los que cuenta la universidad.

Uno de los mayores desafíos para la UABC está representado por la necesidad de ampliar e intensificar todas las actividades que se relacionan con la colaboración hacia el entorno económico, social, cultural y con los entes gubernamentales. Estos desafíos van a la par de las presiones gubernamentales y sociales para que la Universidad responda de manera directa y nítida a los problemas del entorno inmediato. Mismos que se reflejan y retoman en el modelo educativo (UABC, 2013), en el plan de desarrollo institucional (UABC, 2015), o en el estatuto general de la universidad (UABC, 2017a), que son de los principales documentos normativos de la vida universitaria.

            De acuerdo con las percepciones plasmadas en entrevistas a investigadores y a directivos de unidades académicas de la UABC, que se complementan con resultados reportados en un trabajo previo (García-Galván et al., 2016), en general se observan los siguientes problemas y contradicciones, que también pueden verse como debilidades de la colaboración UABC-entorno:

  1. La UABC tiene estructuras administrativas-organizativas poco propicias para fomentar la colaboración. Se supone que en todas las unidades académicas hay un departamento de vinculación, pero en muchas es inexistente y en otras es inoperante, sobre todo si se toma en consideración la colaboración que trasciende el servicio social, las prácticas profesionales, las brigadas universitarias y los convenios generales. En la Rectoría y en las vicerrectorías, las funciones y actividades de vinculación son aglutinadas por la Coordinación de Vinculación; pero la figura está limitada para delinear directrices específicas y más efectivas, pues todo lo relacionado con la colaboración basada en el conocimiento es objeto de la Coordinación de Posgrado e Investigación. En efecto, sería recomendable que la UABC rediseñara sus estructuras pensando mejor en una Dirección General de Vinculación o Colaboración con mayores facultades y responsabilidades.
  2. En cada unidad académica –por mandato normativo del estatuto general de la universidad (UABC, 2017a) –, tendría que funcionar un Consejo de Vinculación, que se destaca en otros trabajos (López-Leyva, 2002; Bajo, 2006), como algo sobresaliente de la UABC en comparación con otras IES; sin embargo, la figura del Consejo parece ser más una ilusión que una realidad. Tales consejos, en la mayoría de las veces, más que ser órganos de consulta para fortalecer la colaboración con el entorno, son figuras inoperantes y retóricas. Ni que decir de la participación de terceros actores (sector productivo, sector social [ONG, grupos comunitarios, grupos desfavorecidos], entes gubernamentales) en dichos consejos.
  3. Algo que puede resultar inverosímil es que las autoridades de la UABC se esforzaron, en los últimos años, por diseñar y aprobar un reglamento de la propiedad intelectual (UABC, 2017b) cuya preocupación central es poner orden a los derechos de los inventores e innovadores y resolver, en lo posible, los conflictos de interés. Pero, este reglamento no trasciende el modelo lineal del flujo de conocimientos. Asimismo, las propias autoridades no han considerado la necesidad de un reglamento de vinculación o de colaboración que, dada su naturaleza y amplitud de objetivos, podría ser más relevante.
  4. Otra de las contradicciones es que de los ocho institutos de investigación que tiene la UABC, algunos son de fuerte presencia local-regional y de prestigio internacional como el Instituto de Ingeniería o el Instituto de Investigaciones Oceanológicas; en tanto que otros como el de Investigaciones Sociales tiene problemas para subsistir. De hecho, en el último lustro se ha contenido el crecimiento de los institutos de investigación, pese al crecimiento de la matrícula y de las necesidades de investigación.
  5. Llama la atención que en la UABC no haya preocupación sobre la necesidad de un Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, quizá los altos costos de su establecimiento y operación impidan pensar en esa posibilidad.
  6. No obstante que en la UABC haya facultades importantes, en cuanto a la investigación. Estas unidades son depositarias de las presiones para que la UABC incremente su matrícula, en medio de la austeridad financiera. En este sentido, desde hace años, la UABC ha aplicado estrategias para ese fin (Ocegueda et al., 2014), una de ellas se relaciona con la reducción drástica de la contratación de profesores de asignatura, lo cual ha impactado en una mayor carga frente a grupo de los PTC adscritos a las facultades; ello ha impactado en un mayor deslinde de la función investigativa y de la colaboración con el entorno.
  7. La educación virtual no se ha consolidado, en el sistema educativo siguen predominando las preferencias por lo presencial.  El esquema de valores que se promueven y que se viven en la realidad del sistema educativo mexicano, no favorece el autoaprendizaje, ni el autocontrol, tampoco las indagaciones por iniciativa propia.
  8. Desde la perspectiva de los potenciales usuarios del conocimiento tecnocientífico hace falta fortalecer la difusión de productos y procesos universitarios que podrían ayudar a resolver problemas del entorno. Un fortalecimiento de la difusión tendría que ver con la promoción de los brokers del conocimiento. Asimismo, la Universidad tiene que resolver el problema del burocratismo (exceso y lentitud de gestiones).

Por otro lado, es preciso señalar que no se puede aspirar a tener buenos científicos o tecnólogos si previamente no se cultivan, durante la formación de licenciatura y posgrado, las capacidades y habilidades de abstracción, búsqueda, crítica y síntesis. De la misma manera, no se puede aspirar a tener una amplia e intensa colaboración, basada en el conocimiento, si previamente no se generó el conocimiento científico y tecnológico necesario.

De hecho, en nuestros días, los principales actores sociales persuaden para que las IES jueguen un papel relevante en la solución de diversos problemas del entorno. Sin embargo, las políticas, estrategias y programas de acción se han visto limitados porque las universidades per se no cuentan con los recursos e instrumentos que otros agentes si tienen.

            En suma, la UABC ha tratado de dar respuesta a las demandas de la sociedad bajacaliforniana; así ha quedado demostrado en la actualización de sus normas básicas como el Estatuto general de la universidad (UABC, 2017a), el diseño y aprobación del Reglamento de la propiedad intelectual (UABC, 2017b), y la actualización del Modelo de vinculación. El problema es que estos esfuerzos son insuficientes porque no se hacen acompañar de estrategias y acciones complementarias y simultáneas. Por ejemplo, no se observa un mayor impulso a la investigación científico-tecnológica, tampoco se percibe preocupación por reestructurar la administración central y las vicerrectorías para consolidar la función de la cooperación, los esquemas de incentivos externos e internos no favorecen la innovación tecnológica y menos la interacción con el entorno.

Resta decir que las modalidades de colaboración con el entorno siguen siendo las tradicionales, y las que están más relacionadas con el conocimiento se encuentran rezagadas, y los cuellos de botella se relacionan con la escasez de recursos y la estrechez presupuestal.

2. Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE)

El CICESE, de acuerdo al decreto de su creación de fecha 18 de septiembre de 1973, (Diario Oficial de la Federación Septiembre de 1973), es un organismo descentralizado para realizar “investigación científica básica y aplicada inicialmente en los campos de la geofísica, oceanografía física, física e instrumentación, principalmente orientadas a la solución de problemas nacionales y en particular a los regionales de la península de Baja California, así como a las actividades docentes en estas áreas de la ciencia en los niveles de maestría y doctorado”.

El CICESE cuenta con 10 programas de maestría en las áreas de: Ciencias de la Tierra, Electrónica y Telecomunicaciones, Ciencias de la Computación, Óptica, Oceanografía Física, Ecología Marina, Acuicultura, Ciencias de la Vida, Nanociencias con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Administración Integral del Ambiente con el Colegio de la Frontera Norte (COLEF). Así mismo, cuenta con 9 programas de doctorado en las áreas de: Ciencias de la Tierra, Electrónica y Telecomunicaciones, Ciencias de la Computación, Óptica, Oceanografía Física, Ecología Marina, Acuicultura, Ciencias de la Vida y Nanociencias con la (UNAM). Todos ellos dentro del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (ahora Sistema Nacional de Posgrados) del Conacyt. Con un total de egresados a nivel Maestría de 2,310 y a nivel Doctorado con 537 hasta 2018.

Dentro de su planta de académicos contaba con un total de 206 investigadores pertenecientes al SNI, desde candidatos a investigador hasta investigadores en el nivel III. Estas cifras se han venido incrementando en los últimos años (CICESE, 2018).

En el Estatuto del personal académico del CICESE se establece como parte de las funciones sustantivas del Centro y de su planta de profesores-investigadores realizar investigación científica básica y aplicada, así como tecnológica, y la que está directamente relacionada con la innovación. Asimismo, se persuade para coadyuvar en la transferencia tecnológica al sector productivo y en la vinculación en general. En otra parte, se menciona que son derechos y obligaciones del personal académico participar en asociaciones estratégicas, alianzas tecnológicas, consorcios de investigación, unidades de vinculación y transferencia de conocimiento; así como en empresas de base tecnológica, redes de innovación e incubadoras de empresas.

Otros datos relevantes de este centro de investigación, aparecen en el cuadro 2 en el que destacan cuestiones como la integración de nuevos investigadores, la gestión de la propiedad intelectual y los proyectos de investigación científica, aplicada y tecnológica.

Cuadro 2. Características tecnocientíficas sobresalientes del CICESE

Investigadores Cátedra-Conacyt incorporados en el último lustro                                 25
Derechos de propiedad intelectual reconocidos (patentes universitarias)Títulos de patentes otorgadas13
Solicitudes en trámite17
Desarrollo de proyectos de investigación, tanto internos como externos                                   Internos205
Externos108
Administrador principal del megaproyecto “Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica”Presupuesto de 965 millones de pesos
Administrador principal del megaproyecto “Consorcio de Investigación del Golfo de México SENER-Conacyt”Presupuesto de 1,546.3 millones de pesos

Fuente: elaborado con base indicadores institucionales del CICESE (2015, 2018).

            En comparación con la UABC con una matrícula en educación superior varias decenas de miles más que el CICESE, este último ha logrado incorporar 6 veces más de nuevos investigadores Cátedra-Conacyt, también en lo que respecta a la gestión de la propiedad intelectual el CICESE tiene un papel muy destacado en comparación con la máxima IES de la entidad; de hecho, en la UABC la propiedad intelectual es apenas embrionaria (García-Galván, 2018). Aunque la UABC participa en megaproyectos de investigación, el liderazgo lo asume el CICESE, además de que el financiamiento representa montos mucho mayores a los que se logra obtener para el grueso de los proyectos desarrollados por los investigadores de la UABC. Ambas instituciones también han trabajado de manera conjunta en tareas de políticas gubernamentales sobre ciencia, tecnología e innovación; por ejemplo, en la elaboración de la agenda de innovación para Baja California (Conacyt, 2015, López-Hernández y Serrano, 2017), y en la prospección de políticas en investigación, desarrollo tecnológico e innovación para Baja California, en la que también han participado otras importantes IES de la entidad (CICESE, 2018).

            Adicionalmente, la política institucional del CICESE, desde su fundación hasta la actualidad, siempre ha tratado de fomentar los desarrollos tecnológicos, la investigación aplicada y una estrecha vinculación con los actores del entorno regional, principalmente con el sector productivo. Esta trayectoria se ha visto reflejada en una serie de actualizaciones y adaptaciones del entramado normativo-institucional a los requerimientos de la política internacional, nacional y a las condiciones cambiantes del entorno regional. En esta coevolución sobresale el énfasis puesto hacia el desarrollo de las condiciones institucionales y organizacionales para propiciar la innovación tecnológica y la transferencia de tecnología, e incluso el desarrollo del emprendedurismo tecnológico (CICESE, 2015; López-Hernández y Serrano, 2017).

            Por otro lado, a pesar de que el CICESE es de los principales centros públicos de investigación a nivel nacional y a su papel destacado en la región Noroeste del país, de acuerdo con CICESE (2015) y López-Hernández y Serrano (2017: 335-338) tiene los siguientes retos:

  1. Hay mucho por recorrer y aprovechar la ventaja comparativa que implica estar localizado en la proximidad de los centros de innovación más importantes del mundo en California, pues las interacciones aún son muy limitadas. Es claro que tienen que ensancharse e intensificarse las colaboraciones tecnocientíficas internacionales
  2. Se requiere incrementar la cantidad de investigadores que participen en la innovación tecnocientífica, sin que se menoscabe la importancia de la ciencia básica. Esto podría reflejarse por ejemplo en el incremento del número de SNI III.
  3. No se tiene claro el potencial de la investigación para impulsar la innovación en el amplio sentido, y peor aún se le observa con reserva. Así pues, persiste la percepción de la innovación como una actividad meramente tecnológica.
  4. No se ha explorado ni explotado adecuadamente el potencial que se tiene en cuanto al emprendedurismo tecnológico, por ejemplo, en la creación de empresas spin-off, que de hecho requieren de un financiamiento cuantioso.
  5. También es un problema relevante, la ausencia de coordinación integral con otros actores importantes del entorno regional como las empresas, los entes gubernamentales, las instituciones financieras y los brokers del conocimiento.
  6. Dado que el CICESE es una IES especializada en la formación de recursos humanos (investigadores de alto nivel), el centro tiene el reto de hacer más atractivos sus programas de posgrado, pues históricamente han sido poco demandados.
  7. Es muy importante actualizar y contextualizar el estatuto del personal académico para que esté más acorde con la realidad actual. Particularmente, es relevante cuidar los aspectos relacionados con la innovación, el desarrollo y la transferencia de tecnología.
  8. Pese a varios casos de éxito en la transferencia del conocimiento y la tecnología, o la colaboración con el sector productivo privado y público, tiene que intensificarse la colaboración tecnocientífica con la industria. Tampoco tiene que descartarse una mayor colaboración con el sector social y los entes gubernamentales.
  9. El CICESE tiene el gran reto de asegurar un reemplazo generacional ordenado de sus investigadores más experimentados. En esta tarea tienen que asegurarse dos cosas: 1) que los nuevos investigadores rápidamente adquieran y desarrollen las capacidades y las destrezas de la investigación del más alto nivel; pero que a la vez, 2) internalicen la cultura de la colaboración tecnocientífica.

Referencias:

Bajo, A. (2006). Vinculación e innovación en la región noroeste de México. Sinaloa, México: Universidad Autónoma de Sinaloa.

Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (2015). Informe de gestión, 2005-2015. Baja California, México: Conacyt-CICESE.

Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (2018). Primer foro de investigación, desarrollo tecnológico e innovación como actividad estratégica en Baja California. Baja California, México: CICESE.

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2015). Agenda de in­novación de Baja California. México: Conacyt.

DOF.GOB.MX, Decreto de creación de CICESE (DOF 18-09-1973), Tomo CCCXX, No. 12, páginas 16 a la 18.

http://www.dof.gob.mx/copias.php?acc=ajaxPaginas&paginas=todas&seccion=UNICA&edicion=199356&ed=MATUTINO&fecha=18/09/1973 (19 de abril de 2016).

García-Galván, R. (2018). El papel de las instituciones y de la colaboración universidad-empresa en el desarrollo: evidencias de la UAEMéx y la UABC. Paradigma económico, 10(1), 81-118.

García-Galván, R., McAnally, L., Cabrera, M. (2016). Una mirada institucionalista de la cooperación tecnocientífica organizaciones del conocimiento-empresa: evidencias para la UABC. Ponencia presentada en el 7º Congreso internacional de sociología, Ensenada-Baja California, México, septiembre de 2016.

López-Hernández, C. G.; Serrano, A. (2017). Hacia el surgimiento de una cultura de la innovación en un centro público de investigación en México: hallazgos y aprendizajes.  Nova scientia, (9)18, 313-341.

López-Leyva, S. (2002). La vinculación y los investigadores. Perfiles educativos, 24 (97-98).

Ocegueda, J. M., Miramontes, M. A., Moctezuma, P. (2014). La educación superior en México: un estudio comparativo. Ciencia ergo sum, 21(3), 181-192.

Universidad Autónoma de Baja California. (2013). Modelo educativo de la UABC. Baja California, México: UABC.

Universidad Autónoma de Baja California. (2015). Plan de desarrollo institucional 2015-2019.  Baja California, México: UABC, recuperado de http://www.uabc.mx/planeacion/pdi/2015-2019/PDI-2015-2019.pdf

Universidad Autónoma de Baja California. (2017a). Estatuto general de la Universidad Autónoma de Baja California. Baja California, México: UABC, recuperado de http://www.ordenjuridico.gob.mx/Estatal/BAJA%20CALIFORNIA/Estatutos/BCEST02.pdf

Universidad Autónoma de Baja California. (2017b). Reglamento de propiedad intelectual de la Universidad Autónoma de Baja California. Baja California, México: UABC, recuperado de http://www.ordenjuridico.gob.mx/Estatal/BAJA%20CALIFORNIA/Estatutos/BCEST02.pdf

Universidad Autónoma de Baja California. (2018). Sistema institucional de indicadores. Baja California, México: UABC, recuperado de http://www.uabc.mx/planeacion/sii/

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