Se acerca el inicio del ciclo escolar 2024-2025 para la educación básica. Será el lunes 26 de agosto próximo el día en que las niñas y los niños cursarán algún grado de este nivel educativo y comenzarán una nueva etapa en sus vidas. Será también el último ciclo escolar al que el presidente López Obrador dará banderazo de inicio.
La escuela, los amigos y las amigas, las maestras y maestros, las y los directivos escolares jugarán un papel muy importante en su presente y futuro. Sin embargo, es triste saber que sólo el 50%, aproximadamente, de las niñas y los niños de 3 años serán atendidos por la escuela pública o privada (o particular), porque el otro 50% no estará ni será inscrito ni atendido en preescolar en México. Y más triste es recordar que la educación preescolar en nuestro país no ha logrado la cobertura universal. Ahí está ubicado un primer gran reto.
La cobertura de educación preescolar (para niñas y niños entre 3 y 5 años), no es universal porque la atención educativa sólo llega al 67%; y en 1º. de preescolar, en particular, la cobertura es menor: de alrededor del 50%.
Así es que no todo es miel sobre hojuelas en el trabajo gubernamental realizado en el pasado en relación con la educación preescolar en tierra mexicana, lo digo por esas grietas registradas en la cobertura general. Esperemos que para el 2030 esta meta de la cobertura universal de la educación preescolar para todos, niños y niñas entre 3 y 5 años, se cumpla.
Hay otros retos para la base del sistema educativo y para quienes serán responsables de conducir los destinos de las políticas públicas educativas nacionales y locales en nuestro país, es decir, como responsabilidad directa de las autoridades educativas y de la administración pública, federal y estatal, que hoy en día está o estará a cargo de las instituciones educativas.
Las y los niños que inicien la educación primaria y que la concluirán, casi todos, dentro de 6 años (2030) vivirán toda clase de experiencias escolares, enriquecedoras o no, pero la mayoría de ellas inolvidables. ¿Las niñas y los niños de primaria contarán con las condiciones institucionales y educativas para alcanzar una formación ciudadana y los aprendizajes significativos (con un enfoque de competencias o de capacidades) establecidos en el plan y los programas en este trayecto escolar?
Al concluir este ciclo escolar 2024-2025, que está por iniciar en unos días, miles de adolescentes y jóvenes continuarán o terminarán la educación secundaria, pero ¿cómo se llevarán a cabo sus actividades escolares y educativas cotidianas durante este periodo? ¿Habrá cambios sustantivos y de organización en la escuela secundaria en un contexto de cambio curricular; de plan y programas de estudio? ¿O el cambio curricular estará acotado por la organización escolar anquilosada de la secundaria, que no ha cambiado desde hace más de 60 años?
¿Las y los estudiantes de secundaria contarán con los medios, recursos y herramientas pedagógicas y didácticas adecuados, en la escuela pública, para desplegar sus potencialidades formativas y de aprendizaje? ¿Las y los docentes serán reconocidos y valorados como trabajadores y profesionales de la educación, y éstos contarán con los recursos que se demandan para llevar a cabo las actividades de enseñanza en congruencia con los nuevos plan y programas de estudio para la educación básica recién publicados en 2022-2023?
No veo altas posibilidades de cambio curricular efectivo en la educación básica mientras la organización y los procesos de la gestión educativa y escolar se mantengan sin cambios de fondo.
Aunque la mayoría de las y los estudiantes de la escuela secundaria la concluirán y obtendrán un certificado que los acredite como egresados con estudios de secundaria terminada, el pronóstico basado en el seguimiento estadístico indica que entre 10 y 15 de cada 100 estudiantes, que inician este tramo de la escolaridad básica, no lo terminarán.
“La eficiencia terminal en educación secundaria —definida como el número de alumnos que egresan de un determinado nivel educativo en un ciclo escolar, por cada 100 alumnos inscritos en la cohorte escolar inicial del mismo nivel—, se registró de la siguiente manera: en el ciclo escolar 2022-2023 fue del 90.9%, representando un aumento del 4.9% con respecto al ciclo escolar 2019-2020.” (Ver el documento publicado por la SEP: Análisis de matrícula, abandono escolar, eficiencia terminal y cobertura en Educación Básica de 2019 a 2023: https://educacionbasica.sep.gob.mx/wp-content/uploads/2024/06/Abandono-escolar-en-Educacion-Basica-2019-2023_.pdf).
Así, los que aparecen como retos para las y los estudiantes de educación básica, también lo son para las autoridades educativas federales y estatales, y para las autoridades del más alto nivel del poder público de la nación. ¿Qué cambios trascendentes se observarán en el diseño y la ejecución de las políticas públicas educativas durante el periodo 2024-2030?
Otro reto del futuro gobierno federal, en materia de educación básica, será definir de dónde se obtendrán los recursos financieros para alcanzar la meta de entregar beca a todos las y los estudiantes en este nivel educativo, sin una reforma fiscal integral. Entiendo que será una beca progresiva: Las y los estudiantes de preescolar, primaria y secundarias públicas tendrán una beca universal, correcto, y este derecho se irá cumpliendo progresivamente en los primeros tres años de gobierno.
Seguirá el apoyo para apuntalar la infraestructura para las escuelas públicas de diferentes niveles, a través del programa la Escuela es Nuestra. ¿Existe una evaluación nacional y por entidades federativas de este programa? ¿Qué aspectos habrá que corregir y cuáles son las áreas de oportunidad y cambios de este programa? ¿Cómo van los temas de transparencia y rendición de cuentas?
Continuarán y se fortalecerán los programas educativos de la “Nueva Escuela Mexicana” (NEM) y los libros de texto gratuitos (LTG). ¿Cuáles son los ejes de esas ideas de continuidad y fortalecimiento? ¿Cuál es la autocrítica que se ha realizado en relación con los cambios y la desalineación entre el texto del artículo 3º. constitucional y la Ley General de Educación (2019)? ¿Cuáles son las autocríticas al trabajo realizado en torno a los LTG? ¿La NEM como concepto y como norma (LGE) será intocable o se propondrán ajustes al mismo? ¿Qué ajustes se proponen para los proyectos de cambios curriculares para la educación básica y media superior durante el siguiente sexenio?
El horario de las escuelas primarias se irá extendiendo gradualmente para enseñar educación física y artística. ¿Se retomará el programa de escuelas de tiempo completo o esta propuesta se ejecutará de manera independiente?
Así iniciará, con estos grandes retos, el primer ciclo escolar de la educación básica que estará oficialmente a cargo del siguiente gobierno federal y que encabezará la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, y de su equipo de colaboradoras y colaboradores en el gobierno de la república, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Veremos de qué estará hecho el gobierno en el ámbito educativo entre 2024 y 2030, que se ha propuesto construir con diversos actores sociales, el segundo piso de la transformación de la vida pública del país.
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