Alejandro Moreno Lozano / Mahetzy Alexey Moreno Miranda
En México se atienden en las escuelas de educación básica además de los estudiantes regulares, a las Niñas, Niños y Jóvenes que se enfrentan a Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP) como consecuencia de alguna condición de discapacidad, trastornos generalizados del desarrollo, problemas severos de conducta, dificultades psicosociales o problemas severos de aprendizaje.
La lucha por garantizar su acceso, permanencia y egreso en estos espacios, constituyen un esfuerzo continuo por parte de los profesionales de la educación especial, quienes son los designados por el estado mexicano para apoyar a los escuelas regulares oficiales a conducirse con estricto apego a derecho, bajo el enfoque de Derechos Humano en un marco pedagógico pertinente, preferentemente con la utilización del Diseño Universal de Aprendizajes (DUA) y/o Ajustes Razonables en los casos necesarios, con el objetivo de que todas y todos puedan acceder a los conocimientos propuestos en el currículo oficial vigente contenido en el Plan de Estudios de la Educación Básica 2022.
Las resistencias que se desatan en el terreno concreto del día a día en las escuelas y las aulas que son obligadas por la ley a aceptar a todas y todos los niños con alguna característica distinta al grueso de la población, se manifiesta en ocasiones por la negación de algún directivo, maestra o maestro de grupo, compañeros de los estudiantes o de los propios padres que ven una amenaza a la educación y seguridad de sus hijos regulares (por llamarlos de algún modo) por la presencia de otro diferente por el aspecto físico, intelectual o conductual.
Disminuir las barreras del contexto escolar, es un trabajo constante que ha de abordarse en tres aspectos fundamentales: físicas-estructurales, administrativas-curriculares y pedagógicas-conductuales. Toda barrera es una construcción de tipo social de amplio espectro y de desiguales afectaciones negativas sobre los estudiantes vulnerables. El contexto siempre cambiante interactúa con las condiciones que se generan al interior de las escuelas para incluir o excluir a los más necesitados del bien que ofrece la educación que procura el desarrollo de todas las facultades del ser humano para alcanzar su máximo perfeccionamiento.
El conocimiento preciso de las características de los estudiantes con alguna discapacidad, trastorno generalizado de desarrollo, dificultad psicosocial, problemas severos de conducta o de aprendizaje, se constituye en la piedra nodal que posibilita la identificación precisa del máximo esperable en cada ciclo escolar a medida que transita con sus compañeros de grupo.
El otro eje que se entrelaza con el conocimiento preciso del estudiante, es el conocimiento de lo que se pretende lograr, es decir de la incorporación del Plan de Estudios para la Educación Básica 2022, sobre todo en el perfil de egreso, contenidos y procesos de desarrollo de Aprendizaje para cada grado y nivel educativo.
La ausencia de los dos ejes anteriores no imposibilita un ejercicio pedagógico enriquecedor, dentro de un marco de acción que ofrezca múltiples formas de representación tanto del contenido de aprendizaje como de las formas que contienen las actividades para que el estudiante acceda a una comprensión gradual, acorde con su ritmo de aprendizaje y motivaciones para acceder al aprendizaje. El objetivo es que el aprendizaje pueda serle útil en la resolución de las situaciones reales que ofrece la vida diaria en el entorno comunitario en el que le toca desenvolverse.
Lo expuesto hasta aquí se desarrolla en un proceder lógico que el pensamiento que se abstrae de la realidad compleja y siempre cambiante puede construir con ayuda de lo teórico y normativo hasta el momento. Sin embargo y como es esperable no contempla los múltiples vericuetos y sufrimientos de padres y niños que por alguna razón no logran acceder al currículo o alcanzar a relacionarse de manera satisfactoria en la escuela. Los apoyos nunca serán suficientes como no lo son tampoco los que puedan brindar los integrantes de la educación especial en cada uno de las entidades federativas de México. Su presencia se diluye dentro de las escuelas regulares al enfrentarse a las múltiples resistencias de directivos y profesores que consideran a los niños como población exclusiva de la educación especial.
Corresponde a cada una y cado uno asumir la tarea educativa que corresponde de acuerdo a la función que se desempeña dentro del complejo mundo de la enseñanza, con la claridad de que el derecho supremo que se debe cuidar es el de las niñas y niños y que los rasgos distintivos son características propiamente humanas.
todos llevamos escrito el código genético de la historia evolutiva de la humanidad. En cualquier generación los genes respectivos se manifestarán con fuerza para mostrar que la biología influye en el aprendizaje y la forma en que percibimos y nos relacionamos con el mundo.
Tener claridad en que la biología influye el acto educativo no debe ser causa que lleve a asumir un pensamiento negativo y derrotista sobre los alcances que puede tener una niña o un niño en su aprendizaje.
La inclusión educativa será pues, un proceso y no un punto de llegada; cuando la acción de los agentes educativos implicados procuren ambientes donde todas y todos podamos aprender, superando los obstáculos que impone el ámbito social, académico, actitudinal, físico legal y curricular de cada contexto en particular.