Sergio Martínez Dunstan
Arrancaron las campañas en las tierras mexiquenses. Dieron inicio el tres de abril y concluirán el treinta y uno de mayo. La jornada electoral se llevará a cabo el cuatro de junio. Participan dos coaliciones. “Juntos hacemos historia” integrada por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Además, la “Alianza Va por México” conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Nueva Alianza (PANAL). Éste último, se adhirió de último momento, obligado por las circunstancias y para no quedar fuera de la jugada, luego de haber sido despreciado por Morena no obstante de haber participado conjuntamente en elecciones anteriores .
Con el argumento de que el PRI habría pactado con Morena en el Estado de México a cambio de Coahuila, se bajó de la contienda el Movimiento Ciudadano (MC). Pero su candidato, en honor a la verdad, tenía nulas posibilidades de agenciarse la victoria en la primera entidad federativa y en la segunda carecían de estructura y apoyo.
La coalición “Juntos hacemos historia” configuraron la plataforma electoral, con las propuestas de los partidos políticos que la integran. Morena sobrepone los principios de la 4T en torno a la política social. En buena medida, mas no de manera exclusiva, privilegia el derecho a la educación. Compromete reforzar los trabajos federales tendientes a mejorar las condiciones materiales de las escuelas, asegurar el acceso a la educación y a revertir la mal llamada reforma educativa. Asimismo, colaborar con la Secretaría de Educación Pública así como mantener el diálogo con el Ejecutivo federal, el Congreso de la Unión y el magisterio para construir un nuevo marco legal para la enseñanza, según se refiere. La política educativa se instrumentaría a través de los programas Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, Jóvenes escribiendo el futuro y la Escuela es nuestra.
Por su parte, el PT proyecta elevar la educación temprana o inicial a rango constitucional, reducir el rezago educativo y atender la educación media superior. Es de llamar la atención el esmero dedicado al organismo encargado de la educación transferida de la federación a la entidad federativa en la época del salinismo. Estiman que los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM), su presupuesto representa el 14 % del total de la administración pública estatal. Y lamenta que los recursos hayan sido utilizados para nutrir las estructuras gubernamentales con propósito de influir en los procesos electorales. Con ello, aseguraron la tranquilidad laboral a los caudillos de la operación pública gubernamental aunque limitaron la calidad de la educación. Lo conciben como un botín político. Advierten que los profesores no han sido prioridad para la institución. Por ello, consideran arcaicos y obsoletos al sindicato de maestros y al sistema de plazas. En este sentido, resaltan algunas problemáticas prioritarias por resolver.
- Poca transparencia en el sistema de asignación de plazas
- Plazas docentes ocupadas por personal administrativo
- Falta de evaluación de personal administrativo para medir resultados
- Falta de recursos en los subsistemas de educación
- Operación política con recursos que deben ser destinados a la educación
- Baja calidad de subsistemas educativos
- Planteles estudiantiles saturados
- Falta de planificación regionalizada de la operación y aplicación de subsistemas de educación.
Desde esta perspectiva, exponen algunas soluciones. Por ejemplo, redistribuir los recursos federales a fin de que se aplique, al menos el 75 % del presupuesto en la operación de los subsistemas de educación. De igual manera, blindar los recursos a fin de que no sean utilizados para fines ajenos a su objeto de creación y a elevar la calidad de los servicios y de la educación en sí misma. Igualmente, presenta un diagnóstico del estado que guardan las escuelas normales así como la educación universitaria. Mientras que el PVEM, aporta muy poco o nada, a la plataforma electoral de la coalición.
Por su parte, la “Alianza va por México” prevé ampliar los apoyos y las becas con criterios de equidad así como implementar un modelo de las escuelas de tiempo completo. En educación preescolar y básica contempla asegurar la inscripción, acceso, atención y permanencia; promover la enseñanza del idioma inglés y medios digitales con estándares internacionales; abatir la deserción; ampliar la cobertura en educación media superior; y mejorar el logro de los aprendizajes. De igual modo, buscan dignificar la actividad docente a través de la promoción de becas así como la gestión del pago de prestaciones en salarios mínimos y no en UMAS. Conviene subrayar la pretensión de reformar la ley de educación del Estado para enfocar el modelo educativo de la entidad al desarrollo de competencias clave a efecto de preparar a la niñez y a la juventud en una educación integral para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Algunos esperan conocer un poco más de las propuestas en los debates programados para el veinte de abril y el dieciocho de mayo. Las tendencias marcan una favorita. La abanderada de la coalición “Juntos hacemos historia” encabeza todas las encuestas para ser proclamada ganadora de los comicios electorales. Mientras que la candidata de la “Alianza va por México” ha dicho que el propósito es obtener la constancia de mayoría pero no la constancia de buena conducta.
Durante el desarrollo del proceso electoral, hasta el momento que escribo estas lineas, destaco dos hechos dignos de analizar.
- El pronunciamiento público dirigido al Gobernador del Estado y suscrito por las dirigencias de las secciones sindicales 17 y 36 del SNTE en el cual manifiestan su desacuerdo con la remoción de los funcionarios de extracción sindical incrustados en la administración pública mexiquense por no ser afines a los intereses políticos que representa. Por dicho medio exigieron su restitución y finalizar el hostigamiento y condicionamiento de las prestaciones de los trabajadores de la educación a cambio de apoyo político. Sus proclamas las acompañaron con movilizaciones, cierre de vialidades y discursos triunfalistas. Aunque al final de cuentas, no pudieron evitar que algunos de sus alfiles fueran quitados de sus cargos. Es necesario recordar que el SNTE, en voz de su Secretario General, se declaró “aliado” y “ejército intelectual” del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Cuarta Transformación.
- La incorporación al gabinete de Claudia Sheinbaum, en caso que llegue a la presidencia de la república, del actual Gobernador del Estado de México. Esta declaración se le atribuye a él mismo. ¡Al impulsor de la candidatura priista que aspira a sucederle en el cargo!
En resumen, si la coalición integrada por Morena, PT y PVEM gana las elecciones a Gobernador en el Estado de México, y si no se desvían de sus principios, su programa de gobierno reforzará la política federal. En caso contrario, sí la alianza conformada por el PRI, PAN, PRD y PANAL salieran victoriosos, retomarían las políticas priístas y panistas de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. El futuro de la educación en el Estado de México sería el presente de hoy o el pasado inmediato. En pocas palabras, nada nuevo. Habrá que irnos olvidando de innovaciones educativas.
Bajo este escenario, el corporativismo se mantendría vigente. Sólo con otra linea canalizada a través de las autoridades emanadas de los partidos que asuman el poder. Con el propósito de continuar siendo la correa de transmisión y coadyuvantes en la implantación de las políticas públicas gubernamentales. Entre la gobernabilidad y la gobernanza dirían los expertos. Pero serán las mismas figuras sindicales, con la misma visión e intención de continuar utilizando al magisterio con fines electoreros y para su propios beneficios individuales o colectivos del grupo político al que respondan. Harán falta liderazgos emergentes que comprendan y acometan las problemáticas de una forma distinta. El relevo generacional vendría bien. Los cacicazgos sindicales añejos, rancios, dejaron de responder a los desafíos presentes. Se convirtieron en parte del problema mas que la solución a los males que aquejan a la educación. Las circunstancias presentes y futuras demandan nuevos liderazgos. Estoy seguro que el magisterio estará a la altura de las circunstancias. Pero tengo mis dudas si el modelo sindical responda igual. Es notoria la ausencia de un sindicalismo acorde a los tiempos que estamos viviendo. Pobre maestro, tan lejos de las autoridades y tan cerca de los sindicatos.
Carpe diem quam minimun credula postero
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