Mtro. Fredy Jiménez
Este texto es el resultado de las charlas vibrantes que tuvimos en el seminario ‘Educación Bilingüe y Práctica Docente’, celebrado en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR) de la UNAM. En nuestra octava sesión, nos embarcamos en una aventura en la que, además de explorar aspectos fascinantes, nos enfrentamos a los desafíos que presentan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el ámbito de la educación bilingüe. Los invitamos a sumergirse en los temas esenciales y significativos que compartimos durante esta emocionante jornada.
En esta ocasión, procuramos recuperar las ideas centrales del texto titulado “Hacia una educación digital. Modelos de integración de las TIC en los centros educativos”, de María José Sosa Díaz y Jesús Valverde Berrocoso, publicado en la Revista Mexicana de Investigación Educativa, 2022, vol. 27, número 94. Y antes de que se nos acabe el café, queremos aclarar que aquí utilizamos un lenguaje genérico o neutro, como prefieran llamarlo, por razones de divulgación. ¡Así que no se preocupen, aquí todos son bienvenidos a ojear y, si de paso se llevan algo de información, ya es ganancia!
Innovación Educativa: ¿Más gadgets, más problemas?
La innovación educativa no se trata solo de llenar las aulas con computadoras de última generación como si fueran decoraciones navideñas. Según Sosa Díaz y Valverde Berrocoso, el verdadero cambio está en la mentalidad, no en la tecnología. ¡Así que no caigamos en la trampa de pensar que un nuevo proyector nos convertirá en los mejores docentes del mundo!
También es necesario recuperar la idea de que la innovación educativa implica un cambio de sentido (¡No Solo Tecnológico!). La innovación en la educación no es solo un nuevo software que nos hace la vida más fácil. Cobo (2006) nos lo deja claro: el verdadero cambio está en el sentido de las cosas. ¡Así que dejemos de lado esa idea de que tener más gadgets en el aula nos hará mejores educadores! Es como pensar que comprar un tambor de última generación convertirá a cualquier persona en un gran músico. ¡No, no necesariamente! O bien, pensar que, si agrego un poco de aderezo a mis verduras, ¡ahora son una comida “más gourmet o más sana”, tampoco es necesariamente así, sino que depende de otras especies y condimentos!
¿Quiénes son los villanos en esta historia?
La investigación revela que muchas veces nos concentramos en las características individuales de los docentes, como si fueran los únicos responsables o “culpables” de que la integración de las TIC no funcione. Pero ¡sorpresa! También hay factores en el entorno escolar que juegan un papel crucial. ¿Quién lo diría? Así que, si alguna vez te sientes como un dinosaurio en un mundo digital, puede que no seas tú el problema, sino la falta de recursos o el liderazgo en tu escuela.
Entonces en esta emocionante trama, los villanos no son solo los docentes con miedo a la tecnología (aunque a veces parecen “dinosaurios” en un mundo digital). También hay factores estructurales en los centros educativos que pueden convertirse en obstáculos. Y no, no estamos hablando de monstruos debajo de la cama, sino de falta de recursos y liderazgo. Así que, si te sientes como un héroe solitario, ¡no te preocupes! Todos estamos en este mismo barco.
El modelo ecológico: ¡Círculos concéntricos y más!
Bronfenbrenner (2002) propone un modelo ecológico que, aunque suena más complicado que armar un rompecabezas, en realidad nos ayuda a entender las diferentes capas o niveles de responsabilidad que influyen en la educación. En esta propuesta nos hace imaginar en círculos concéntricos donde el profesor es el núcleo (el más importante), y a medida que nos alejamos, encontramos el centro educativo y las políticas educativas. Así que sí, querido profesor, incluso tu jefe tiene algo que decir sobre cómo usas la tecnología en el aula. ¡Así es la vida, no suele ser sencilla o casi nunca y no por eso no hay que hacer ya nada!
Por ende, si creías que la teoría ecológica de Bronfenbrenner era solo para biólogos, piénsalo de nuevo. Este modelo nos ayuda a entender cómo interactúan diferentes niveles de influencia en la educación. Imagínate unos círculos como los de un videojuego, donde el profesor es el personaje principal y las políticas educativas son los jefes finales. Si queremos ganar el juego de la educación digital, ¡todos deben colaborar!
Triángulo amoroso en la educación: Profe, escuela y políticas
En el mundo de las TIC, tenemos tres actores principales: el profesor, el centro educativo y las políticas educativas (claro actores en esos ámbitos). Cada uno tiene su rol, y, aunque no se escriban cartas de amor, sí es esencial que se comuniquen, pero sobre todo que se entiendan. ¿Quién necesita superhéroes cuando se tiene un buen equipo?
En nuestra historia de amor educativa, no queremos que el docente sienta que está solo en la batalla contra la resistencia al cambio. Los tres protagonistas, si alguno de ellos no se lleva bien, ¡la cosita se complica! Necesitamos que todos trabajen juntos y coordinados (esto no significa que todos se lleven bien, pero eso sucede que mejor) para que la educación bilingüe con TIC no sea un rompecabezas sin posibilidad de encajar ninguna pieza. Recuerda: no hay que temer a la tecnología, hay que abrazarla como si fuera un viejo amigo.
Historias de éxito: ¡Los héroes de la educación!
Sosa y Valverde también nos traen ejemplos de escuelas que han hecho magia al integrar las TIC. Estas historias son como cuentos de hadas: ¡nos inspiran a seguir adelante! Pero cuidado, porque copiar sin adaptar puede llevar a un final inesperado. Cada contexto es único, así que a personalizar esas buenas prácticas como si fueran un traje a medida.
Si bien es cierto que nos muestran que la magia es posible. Pero ojo, no se vale copiar y pegar. Cada contexto es único, así que adaptar las buenas prácticas a tu realidad es fundamental. ¡Nada de intentar volar en escoba si no hay escobas voladoras!
Desafíos: Más reales que un meme en Facebook
¡Alerta de realidad! La falta de infraestructura y la resistencia al cambio son los verdaderos villanos en esta historia. Algunas escuelas tienen acceso a más tecnología que un centro de innovación, mientras que otras parecen estar en la era de las cavernas. Es un desafío que no podemos ignorar si queremos una educación bilingüe justa y equitativa.
Aquí es necesario repetir que la falta de infraestructura, la resistencia al cambio y la desigualdad en el acceso a la tecnología son desafíos reales. No podemos ignorar que algunas escuelas parecen estar en una misión espacial, mientras que otras apenas tienen acceso a un par de computadoras. ¡No es justo, y no podemos cerrar los ojos ante ello!
Conclusiones: Un llamado a la acción
Sosa y Valverde nos invitan a adoptar un enfoque integral. Esto significa que necesitamos colaboración, formación continua y un cambio cultural. Las políticas educativas deben dejar de ser solo palabras en papel y convertirse en acciones concretas. ¡Es hora de pasar de la teoría a la práctica, amigos! Claro hasta donde sea posibles, pero no intentarlo jamás sabremos si fue o no posible.
Así que, queridos profesores, ¿estamos listos para llevar la educación bilingüe al siguiente nivel con las TIC? Este viaje no solo es sobre aprender a usar tecnología, sino también sobre abrir nuestras mentes y corazones a nuevas posibilidades. Recuerden: la curiosidad es la mejor herramienta que tenemos. Y no olviden, ¡la educación bilingüe y las TIC pueden ser una gran combinación explosiva que nos puede llevar a cualquier parte “desconocidos” bueno es un decir tampoco es para espantarse!
La gran pregunta entonces: ¿Estamos listos para este cambio de sentido en el uso de las TIC?
Los autores concluyen que la integración efectiva de las TIC requiere un enfoque integral. Es un llamado a la colaboración, no a la competencia. Y aquí es donde entra la política educativa: no se trata solo de comprar computadoras y esperar milagros. Necesitamos un plan coordinado entre los distintos actores involucrados en el proceso (micro, meso y macro)- interno y externo.
Así que, con las TIC como herramientas, el futuro puede ser brillante. Pero no olvidemos que el verdadero cambio empieza con una mentalidad abierta y ganas de aprender. Así que, queridos docentes y estudiantes, a preparar los dedos para teclear y las mentes para innovar. Y quién sabe, tal vez en este viaje digital, descubramos que la mejor tecnología de todas es la curiosidad. ¡Hasta la próxima, y que la fuerza de la voluntad nos acompañe!