
Un libro es una prueba de que los seres humanos
son capaces de hacer magia.
Carl Sagan
Las historias nos convocan desde tiempos inmemoriales. Bajo un árbol, alrededor de un fuego, a la orilla del mar, en caminatas o dentro de un acogedor hogar, andando entre la milpa, entre los encinos de un bosque, meciéndose en hamacas, en un barco, viendo caer la lluvia detrás de la ventana, alrededor del fogón de la abuela, entre los cojines de una biblioteca. Las historias nos permiten soñar, imaginar, resistir y hacer memoria. Generan pertenencia, identidad y transmiten conocimientos que ningún otro tipo de mensaje logra hacer a tal profundidad. La belleza que encontramos en los cuentos es la posibilidad de conmovernos, reflexionar y cultivar la empatía, la compasión, el coraje.
La literatura y la pedagogía me han acompañado desde que nací. Crecí en una casa escuchando cuentos todas las noches y fui testiga de la pasión de mis padres por la docencia y la transformación de las personas desde las aulas; me volví muy sensible hacia las potencialidades de la palabra, los trabalenguas, las adivinanzas, los dichos y la magia que surge ante el encuentro genuino dentro de una escuela: las risas, el pizarrón manchado de gis, los crayones, los libros, el ambiente delicadamente cuidado por personas comprometidas con la formación desde la honestidad. Lo han dicho miles a lo largo de la historia: la poesía, las novelas, los cuentos son verdaderamente un refugio y también un lugar ardiendo.
El contacto con otras vidas y otros mundos fomenta observar e interpretar realidades desde diferentes ángulos y colores, ofrece perspectivas particulares de conocer y estar, indistintamente de la experiencia de quien lee o escucha, pues engloba a la vez una singularidad que se comunica y una colectividad expresada a través de ella. Esto involucra dinamismo mental e imaginación, fuertes elementos para la configuración de un pensamiento que vaya más allá de lo evidente, que profundice, se abra e invente nuevas fugas ante los paradigmas históricos y sociales que nos limitan o pretenden controlarnos.
Cuando nos acercamos a los cuentos, sucede un efecto doble: proyectamos parte de nuestra vida en el relato pero también aprendemos y sentimos algo que no estaba previamente en nosotros. Es como si fuéramos más adentro y al mismo tiempo cruzamos un umbral hacia algo desconocido. Inventarnos nuestros propios mundos y conocer mundos ajenos no sólo nos protege frente al horror, sino que permite la posibilidad de imaginar otros senderos y bifurcaciones, otras formas de recrear la vida y admirarla.
En el programa Think Equal -activándose este ciclo escolar en 10 estados de México en colaboración con CONAFE- los vehículos para desarrollar aprendizaje socioemocional en primera infancia son precisamente cuentos ilustrados. Obras delicadamente escritas y dibujadas para despertar una chispa en sus oyentes.
Algo que interesa de manera especial al programa es que las niñas y niños que escuchan y disfrutan de los cuentos se sientan incluidos y representados. La diversificación de las narrativas en las que nos formamos, incluyendo estilos de vida, voces, tradiciones, aspiraciones y contextos es fundamental, porque la representación y la visibilización no son meros protocolos: significan la constatación de un lugar válido en el mundo para todas las personas. Que las historias que me rodean tengan protagonistas similares a mí permite saberme parte del mundo. Es el primer paso para la construcción de los derechos humanos.
Otro aspecto esencial al elegir los cuentos como columna vertebral, es la capacidad de la narrativa para generar empatía. No importa que los personajes sean extraterrestres, animales, montañas, humanos, flores, semidioses, máquinas, seres invisibles o mágicos. Eso que le sucede a los protagonistas nos provoca algo. Cada vez que escuchamos sus historias, imaginamos las acciones como si nos ocurrieran a nosotras mismas. Esto nos coloca en el lugar del personaje y comprendemos sus motivaciones, miedos, deseos, contradicciones y búsquedas. Al reflejarnos en ellas, observamos cómo enfrentan conflictos, desafíos, cómo reciben apoyo, cómo se atreven a liberarse de cargas o sus propias ataduras: damos cuenta de qué deciden hacer frente a la vida. Toda la trayectoria del personaje está llena de emociones. Escucharlas ayuda a las infancias a reconocerlas y nombrarlas en su propia experiencia; así como a pensar, ¿qué hubiera hecho yo?, ¿qué me gustaría hacer?, ¿qué podría ser diferente?
La empatía, la inclusión y la igualdad son la base de Think Equal. Este programa, acompañado de la lectura y actividades lúdicas en torno a ella, busca crear un mundo seguro y libre para la humanidad y por ello decide reunir todos los esfuerzos y energías en el momento más importante de la formación ética-afectiva: los primeros años de vida. Sentirnos parte de una comunidad humana, respetar y celebrar nuestras diferencias, pensar que todas y todos somos igualmente valiosos e importantes, aprender a integrar la diversidad de nuestras sociedades, son base para creer que podemos habitar la tierra desde el amor, la cooperación y la dignidad.
Así como escribió Tom Schulman en la película La sociedad de los poetas muertos (1989): “No importa lo que te diga la gente: las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo”. Necesitamos estas historias. Historias que nos hagan creer en horizontes cálidos, en donde navegamos con libertad entre las olas. Historias cargadas de esperanza, fuerza y solidaridad. En las que confiemos en nosotras mismas y el espíritu de los pueblos por cambiar cualquier condición de opresión. Los cuentos heredan también la voluntad y determinación de agenciar nuestra realidad.
La educación en este sentido lleva en su núcleo la responsabilidad y el compromiso de sensibilizar, cuestionar, averiguar cómo convivir, incluir y cuidar la autenticidad de cada persona que la conforma. Cada infancia que atraviesa un aula tendría que salir de ella impulsada por el asombro y el honor de estar viva.
Las humanidades, las artes, la literatura ponen en entredicho lo que pensamos y sentimos para llevarnos a un lugar diferente del que partimos. También ofrecen una alternativa a una vida mecanizada, vacía de sentido, tomada por la producción, el consumo, la prisa, la hiperconectividad, la saturación, la obediencia.
En palabras de Michèle Petit: “las historias, las ensoñaciones subjetivas de los novelistas, en especial, son incontrolables, y por lo tanto son inquietantes para quien pretende controlarlo todo. Existe en estos fundamentalistas la voluntad de tener el monopolio absoluto del sentido. Y las historias son tanto más inquietantes cuanto que las palabras tienen la característica peculiar de quedar fuera del alcance de cualquier policía de los signos, desde el momento en que cada quien puede cargarlas de su propio deseo y asociarlas, a su manera, con otras palabras” (p. 119).
Las historias no sólo siembran futuros posibles, también brindan la continuación de nuestros recuerdos, deseos, promesas y sueños, llevándolos adelante, iluminando nuevas vidas, multiplicando las utopías, extendiendo sus alas.
Acerca de la autora
Originaria de Monterrey, Nuevo León, Lucía es egresada de Letras Mexicanas por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Comprometida con la educación popular, la transformación social y el desarrollo humano, ha colaborado en proyectos relacionados con cultura de paz, psicología social comunitaria, metodologías participativas, difusión de derechos humanos, literatura infantil y procesos formativos en contextos diversos, desde colonias urbanas hasta comunidades originarias de México. Sus publicaciones incluyen ensayos y poesía en revistas y antologías. Actualmente se desempeña como Oficial de Programa en Radix Education, acompañando la implementación de Think Equal en la Península de Yucatán, donde fortalece el aprendizaje socioemocional en la primera infancia junto a educadores comunitarios de CONAFE.
Referencias
Sagan, Carl (presentador). (1980). Cosmos: Un viaje personal, parte 11: “La persistencia de la memoria” [Serie de televisión]. PBS. Minuto 26:34.
Weir, P. (1989). La sociedad de los poetas muertos. Distribución de Buena Vista Pictures.
Petit, Michèle (2001) Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de Cultura Económica/SEP.