Everardo Ruiz Miranda*
El concepto de estilos de aprendizaje existe desde hace décadas y es ampliamente aceptado por los educadores y el público en general. Sin embargo, cada vez hay más estudios que sugieren que los estilos de aprendizaje pueden no ser tan importantes como se pensaba.
En un artículo de 2010, los psicólogos Cedar Riener y Daniel Willingham revisaron la literatura científica sobre estilos de aprendizaje y concluyeron que no hay pruebas creíbles de que existan. Descubrieron que los estudiantes pueden tener preferencias sobre cómo aprenden, pero estas preferencias no predicen consistentemente qué tan bien aprenderán.
Por su parte, en el año 2008 Pashler y colaboradores, escribieron un artículo titulado “Estilos de aprendizaje: conceptos y evidencias” en el cual examinaron la “hipótesis de la malla”, que postula que los estudiantes aprenden mejor cuando la enseñanza se adapta a su estilo de aprendizaje. Sin embargo, la conclusión a la que llegaron resultaría difícil de aceptar para muchos profesionales de la educación:
“La bibliografía falla al proveer un soporte adecuado para aplicar evaluaciones sobre estilos de aprendizaje en las escuelas. Además, numerosos estudios que utilizan un diseño de investigación adecuados encontraron evidencia que contradice la hipótesis de los estilos de aprendizaje”.
En tiempos más recientes, incluso la American Psychological Assosiation se ha dedicado a desmentir este mito tan arraigado a la tradición pedagógica. En su investigación efectuada en el año 2020 destacarían en siguiente hallazgo:
“Encontramos que muchos educadores que trabajan con niños pequeños son mas propensos a tener esta visión esencialista. Muchos padres y educadores pueden estar perdiendo tiempo y dinero en productos, servicios y métodos de enseñanza orientados a estilos de aprendizaje”.
Estos estudios sugieren que los profesores no deberían basarse en los estilos de aprendizaje al diseñar su instrucción. En su lugar, deben centrarse en utilizar una variedad de métodos de enseñanza que atraigan a una amplia gama de alumnos.
¿Por qué no funcionan los estilos de aprendizaje?
Hay varias razones por las que los estilos de aprendizaje no funcionan. En primer lugar, se basan en el supuesto de que las personas aprenden de maneras diferentes. Sin embargo, la investigación ha demostrado que, en realidad, las personas aprenden de diversas maneras y que no existe un único estilo de aprendizaje que sea el mejor para todo el mundo.
En segundo lugar, los estilos de aprendizaje se utilizan a menudo para justificar métodos de enseñanza que no son eficaces para todo el mundo. Por ejemplo, un profesor puede utilizar un método basado en la lectura porque cree que los alumnos visuales necesitan ver la información para aprenderla. Sin embargo, la investigación ha demostrado que los métodos basados en la lectura no son eficaces para la mayoría de los estudiantes.
En tercer lugar, los estilos de aprendizaje pueden llevar a etiquetar a los alumnos como “alumnos visuales” o “alumnos auditivos” o “alumnos kinestésicos” lo que puede tener un impacto negativo en su eficiencia y autoestima. Los estudiantes etiquetados como “aprendices visuales” pueden sentir que no son lo suficientemente inteligentes si no aprenden bien visualmente y que no existe otra manera adecuada para ellos para aprender.
¿Qué deben hacer los profesores?
Si los estilos de aprendizaje no funcionan, ¿qué deben hacer los profesores? La respuesta es sencilla: deben centrarse en utilizar una variedad de métodos de enseñanza que atraigan a una amplia gama de alumnos. Esto incluye el uso de una variedad de actividades visuales, auditivas y cinestésicas.
Por ejemplo, un profesor puede utilizar una conferencia para introducir un nuevo concepto, pero luego puede realizar una actividad práctica para ayudar a los estudiantes a practicar lo que han aprendido. De este modo, todos los tipos de alumnos tienen la oportunidad de tener éxito.
Conclusión
Las investigaciones sobre los estilos de aprendizaje sugieren que no son una forma fiable de predecir el nivel de aprendizaje de los alumnos. En su lugar, los profesores deben centrarse en utilizar una variedad de métodos de enseñanza que atraigan a una amplia gama de alumnos. Esto ayudará a garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de tener éxito.
Además de utilizar diversos métodos de enseñanza, los profesores también pueden crear un entorno de aprendizaje más integrador:
· Evitar las etiquetas. En lugar de etiquetar a los alumnos como aprendices visuales, auditivos o cinestésicos, los profesores deben centrarse en ofrecer oportunidades para que todos los alumnos aprendan de diferentes maneras.
· Ofrecer opciones. Los alumnos deben poder elegir cómo quieren aprender. Por ejemplo, pueden elegir entre distintos tipos de actividades, evaluaciones o formas de presentar su trabajo.
· Proporcionar retroalimentación. Los estudiantes deben recibir información sobre su aprendizaje, independientemente de su estilo de aprendizaje. Esta información debe ser específica, práctica y oportuna. Siguiendo estos consejos, los profesores pueden crear un entorno de aprendizaje inclusivo y eficaz para todos los alumnos.
Referencias
Nancekivell, S. E., Shah, P., & Gelman, S. A. (2020). Maybe they’re born with it, or maybe it’s experience: Toward a deeper understanding of the learning style myth. Journal of Educational Psychology, 112(2), 221–235. https://doi.org/10.1037/edu0000366
Pashler, H., McDaniel, M., Rohrer, D., & Bjork, R. (2008). Learning Styles: Concepts and Evidence. Psychological Science in the Public Interest, 9(3), 105–119. https://doi.org/10.1111/j.1539-6053.2009.01038.x
Riener, C., & Willingham, D. T. (2010). The Myth of Learning Styles, Change: The Magazine of Higher Learning, 42:5, 32-35, DOI: 10.1080/00091383.2010.503139
*Maestro en Docencia, Licenciado en Educación Primaria, Licenciado en Psicología