Ni para dónde hacerse, a cada rato aparecen denuncias de plagios de tesis o trabajos para titulación. Claro, hay diferencias de grado, Xóchitl Gálvez “la pendejeó” con varios párrafos, en …
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La polémica de la correspondencia entre educación y democracia es añeja. Ya era parte de las arengas en la Ekklesía ateniense. La naturaleza de esa relación reciproca se vigorizó después de la Segunda Guerra Mundial y persiste hasta nuestros días, sin que haya consenso acerca de la educación democrática o para la democracia. Los estudiosos afiliados a la educación comparada lo constatan con frecuencia.
Los emblemas, a lo largo de la historia de la humanidad han tenido un uso fantástico. Proclama la identidad ante el mundo como representación del sentimiento de una ciudad o señorío, nos dice Eugenio Soto Landeros en su bello libro, Roble de libertad y fortaleza (Durango, edición del autor, 2020)
Como cada año, con el inicio del calendario escolar comenzó el malestar de docentes y padres de familia, nerviosismo de alumnos y expectativas por reencontrarse con amigos; además, caos vial en las grandes ciudades. La diferencia: el debate sobre los libros de texto gratuitos, como lo reportan la prensa y los medios, y lo comentan periodistas y colegas investigadores.
A caso la Nueva Escuela Mexicana no sea un proyecto, sino una ilusión. El cambio curricular y el paquete de nuevos libros de texto no representa una mudanza gradual ni sólo una reforma pedagógica. Apunta a lo que algunos llaman un cambio de paradigma, algo que aspira a trasformar de raíz la esencia de la escuela mexicana: la labor de docentes y alumnos en el aula. Pretende construir un nuevo conocimiento oficial. Además, a velocidad supersónica.
Una sentencia clásica de Marx y Engels, en La ideología alemana, proclama que “las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”.
Parece que la Secretaría de Educación Pública aplicó a la jueza Yadira Elizabeth Medina Alcántara eso de no me venga con el cuento de que la ley es la ley. La SEP y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos se pasaron por el arco del triunfo los fallos de la juzgadora, de suspender la impresión de los libros de texto de primaria para el ciclo escolar 2023-2024, dado que no hay programas publicados en el Diario Oficial de la Federación.
El mes pasado se cumplieron 66 años de que terminé mi primaria. No que sea memorioso, el recuerdo me llegó sin que mi mente lo pidiera de forma consciente. No sé qué lo disparó, pero ya una vez encarrerado las remembranzas no se detuvieron. Mi mejor evocación tiene que ver con las maestras que me tocaron durante los seis años; nunca tuve un profesor varón. Eran muy profesionales, trabajadoras y buena onda.
En definitiva, la ley es un estorbo para el gobierno de la Cuatroté. Ya mostró que no acatará el veredicto de la jueza Yadira Medina de suspender la impresión y distribución de los libros de texto gratuitos. Es más, le respondió que no tiene esos libros, cuando el mismo presidente López Obrador asegura que muchos ya están en los estados y que en agosto, al comienzo del ciclo escolar, estarán en cada escuela.
El martes de la semana pasada, Keiko Nagaoka, ministra de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología (MEXT) y, además, ministra encargada de Diseñar el Futuro de la Educación de Japón, ofreció una conferencia de prensa. Expresó que el MEXT examinó los debates acerca de la inteligencia artificial, su provecho y escollos.
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