Recientemente, diversos medios de comunicación dieron a conocer una noticia que a más de uno llamó la atención; se trató del acuerdo que logró la Coordinadora Nacional de Trabajadores de …
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Corría el segundo mes de 2013 y, previo a la detención de La maestra Elba Esther Gordillo, algunas secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocaban a sus agremiados a manifestarse en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto; una actividad inusual que, en ese entonces llamó mi atención, porque era un fenómeno que no había sucedido en todos los años que tenía de haber ingresado al magisterio.
Ensimismados tal vez por la alta aprobación del presidente de la República, así como por la posible victoria en la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México en la próxima contienda electoral, varios funcionarios públicos y muchas de las dependencias que ellos dirigen, han caído en una indiferencia y/o desinterés desmedido.
Se acerca el 15 de mayo y con ello la celebración del Día del maestro en nuestro país; como ya es una costumbre, ese día con bombo y platillo se anunciará un “fabuloso incremento salarial” y mejoras laborales y profesionales para todos los trabajadores de la educación. Desde luego, las palmas de los tradicionales aplaudidores sindicales no se harán esperar y con sonrisas de ojera a ojera, sabedores de que gozarán de las mieles de Senado en próximas fechas, se pondrán, una vez más, a los pies del presidente de la República.
Tal y como se esperaba, el pasado 1º de mayo fue una jornada en la que cientos de trabajadores de la educación, salieron a las calles para “conmemorar” el día del trabajo; sin embargo, contrario al motivo por el cual se realiza este acto, no hubo expresiones de inconformidad hacia el actual gobierno por la promesa fallida de “revalorizar al magisterio” durante este sexenio
Como parte de la cultura escolar que se vive con cierta intensidad en los planteles educativos, año con año el personal que integra las escuelas, particularmente, de educación básica, organiza una serie de actividades o eventos con la finalidad de que sus alumnos disfruten lo que todos conocemos con el nombre del Día del niño.
La muestra más palpable de que al interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se halla un sistema y una estructura totalmente anacrónica en tiempos “transformadores”, es lo que conocemos con el nombre de “Olimpiada del conocimiento infantil”.
Se esperaría que la Secretaría de Educación Pública (SEP) de nuestro país planteara una serie de políticas, programas o acciones acordes a las demandas y/o exigencias que depara el mundo actual; sin embargo, el anacronismo ha sido una de las características que, desafortunadamente, se han evidenciado con mayor claridad en lo que va de este sexenio porque, mientras ese mundo camina hacia una dirección, esta dependencia simple y llanamente no se mueve, por el contrario, se mantiene en el mismo lugar o, a veces, como en el caso que nos ocupa, retrocede.
Quienes tienen la fortuna de estar insertos en el sector educativo, de sobra saben que una vez que termine el periodo vacacional de marzo o abril, mejor conocido como de “Semana Santa”, el camino hacia la culminación del ciclo escolar se aproxima a pasos agigantados.
Comenzaba el mes de marzo y los periódicos digitales y redes sociales difundían una noticia que, prácticamente, llevaban al mismo título: Otorga Morena senaduría a líder del SNTE.
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