
Algunos medios y analistas han destacado la prohibición de la comida chatarra en las escuelas del país, pero la Estrategia Nacional Vive Saludable, Vive Feliz merece atención amplia https://vidasaludable.gob.mx
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la proporción de niños y adolescentes entre 5 y 19 años que ha presentando obesidad a nivel mundial ha crecido en los últimos 30 años. Pasó de dos por ciento en 1990 a más de ocho por ciento para 2022.
México es uno de los países con una de la más alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en el mundo, según la UNICEF. Esta organización calcula que 75 por ciento de los adultos y 35 por ciento de niños y adolescentes entre 5 y 19 años registran exceso de peso. La tendencia es creciente y está asociada al consumo de alimentos azucarados, ultraprocesados y a “estilos de vida” sedentarios.
A finales de febrero, la Secretaría de Educación Pública anunció el arranque de la segunda etapa de la Estrategia Nacional “Vive Saludable” en educación básica y cuyo objetivo es “vincular la salud con la educación”.
Para ello, se instalarán 4 estaciones en los planteles con el apoyo de “brigadistas” para atender a 12 millones de alumnos. En la primera estación, se pesará y medirá a los educandos; en la segunda se harán pruebas visuales, mientras que en la tercera se explicará “la técnica correcta para el cepillado de dientes”. Además, se aplicará flúor porque “75 por ciento de las niñas y niños de entre 6 y 12 años presentan caries y el 40 por ciento no ha recibido tratamiento odontológico durante su vida” (SEP 56).
En la cuarta estación, especialistas de Salud, darán pláticas para “promover conductas, hábitos y estilos de vida saludables”. Además, “por instrucciones” de la presidenta, y con apoyo de los maestros, se harán rutinas de activación física de 15 a 20 minutos diarios.
Contrario a la Estrategia Nacional contra las drogas, la de Vida Saludable sí busca relacionar el desarrollo de hábitos saludables con los campos de formación y “ejes articuladores” del currículum. Esto es un acierto.
Aparte de sólo prohibir, parece que la SEP va comprendiendo mejor su función. Está ante la posibilidad de desplegar una “pedagogía democrática” si logra que los educandos, con apoyo de sus maestros, discutan, razonen y deliberen por qué y cómo pueden cultivar hábitos sanos y saludables. Fortalecer el cuerpo y la mente es un propósito humanístico.
Para ello, la SEP tendrá que reconstruir el esquema plural e intersectorial que en el pasado se fragmentó por la actuación cerrada y pusilánime de algunos servidores públicos como el exsubsecretario de salud, Hugo López Gatell. Este personaje, por cierto, volvió recientemente a los medios para “analizar” la nueva estrategia emprendida por el titular de la SEP con tergiversaciones.
Que aprendamos en la escuela a razonar cómo cuidarnos, implica participación social y ciudadana. Habrá que hacer copartícipes y r-e-s-p-o-n-s-a-b-le-s a los distintos grupos si queremos avanzar. Es preocupante, por ejemplo, que las madres y padres no hayan atendido la salud bucal de sus hijos, como reconoció implícitamente la SEP.
Ahora el gobierno propone que se activen los Consejo de Participación Escolar para dar seguimiento a la iniciativa de salud y así analizar, junto con el docente, los resultados sobre la salud de niñas, niños y adolescente. Esperamos que todos nos involucremos. La obesidad tiene efectos a futuro: aumenta el riesgo de diabetes, cáncer y afecta sueño, corazón y autoestima.
P.D. Universidad Crítica regresa el 7 de mayo, felices vacaciones.