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El sentido del CTE bajo la AEFCM

Crédito: DGETA y CM Nayarit

Grupo de profesores en colaborando y debatiendo sobre estrategias educativas en un ambiente de formación.

Sergio Martínez Dustan

La Autoridad Educativa en la Ciudad de México (AEFCM) nuevamente se posicionará en el centro del debate sobre la concreción curricular. Antes de abordar este tema, es pertinente recordar que en enero pasado dio a conocer un documento titulado “El sentido del Consejo Técnico Escolar en las escuelas de educación básica”, en el cual establece una serie de lineamientos para la organización de las sesiones del Consejo Técnico Escolar (CTE). Este documento parte de una crítica a la forma en que se han venido desarrollando dichas sesiones, señalando que han sido verticales, homogéneas y prescriptivas, lo que ha generado en la instauración de prácticas “determinadas por otras instancias de la estructura y no por los colectivos escolares”. Como consecuencia, juzga que se generaron rutinas y dinámicas de interacción jerárquicas, contrarias al ejercicio pleno de la autonomía profesional del magisterio y al concepto de escuela como comunidad de aprendizaje.

En el documento, la AEFCM asume la responsabilidad de propiciar condiciones para que el CTE sea un espacio autónomo de formación y reflexión crítica colegiada, donde se tomen decisiones y acuerdos en función de las necesidades, problemáticas, avances y logros del colectivo docente. El objetivo, señala, es que responda a sus propias expectativas y oriente sus esfuerzos hacia la mejora continua. Para lograrlo, enfatiza la necesidad de que el funcionamiento del CTE se distancie de las prácticas burocráticas, permitiendo que los colectivos docentes determinen su contenido y organización.

En este sentido, establece que:
• La agenda del CTE debe ser construida por cada colectivo escolar en función de sus prioridades, sin que esta sea definida unilateralmente por el personal directivo.
• Los documentos de orientación emitidos por instancias externas a la escuela dejarán de ser el referente obligatorio para definir los temas, contenidos, actividades y productos del CTE.
• Los productos generados en el trabajo colegiado no serán exigidos como comprobantes obligatorios para la validación del funcionamiento del CTE. En su lugar, servirán como insumos para los propios procesos de planeación, seguimiento y evaluación escolar, con la posibilidad de ser compartidos con el personal directivo y de supervisión como referencia para procesos de asesoría y acompañamiento.
• Se eliminarán las reuniones informativas desde direcciones generales hasta supervisiones escolares cuyo propósito sea definir el contenido y organización del CTE.

A partir de estas disposiciones, se demanda que los colectivos docentes centren el contenido, organización y funcionamiento del CTE en dos elementos fundamentales:
I. Sus propias necesidades escolares y educativas.
II. La consolidación del ejercicio profesional, el codiseño y el proceso de construcción del programa analítico.

Afirma que este último no debe ser entendido como un documento ni como un producto a entregar. Esta afirmación da lugar a una ruptura con las disposiciones oficiales previas. Asimismo, generó interpretaciones erróneas, llevando a algunos a concluir que el programa analítico “se elimina”. De igual manera, generó confusión entre actores educativos de otras entidades federativas, quienes asumieron erróneamente que esta disposición les aplicaba. Otros creen que es una lucha por el territorio: SEP vs AEFCM. No obstante, la concepción del programa analítico se apega a los fundamentos del Plan y Programa de Estudios 2022, particularmente con lo establecido en los programas sintéticos.

Cabe destacar que este pronunciamiento se realizó antes de la cuarta sesión del CTE, la cual se enmarcó en la nueva modalidad de trabajo introducida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para las sesiones ordinarias pares del ciclo escolar 2024-2025. Según esta nueva modalidad, cuatro sesiones abordarán temas nacionales relevantes, mientras que en las otras cuatro cada colectivo decidirá, de un listado de diez temas, cuáles tratar y en qué orden, según sus prioridades. Esto busca favorecer una transición hacia un enfoque basado en necesidades particulares. Ahora, las sesiones del CTE se conciben como espacios donde el colectivo docente dialogue sobre aspectos relevantes para la escuela y tome decisiones orientadas a la mejora del servicio educativo. Se propone que sean los propios docentes quienes seleccionen el tema de su interés y organicen las actividades a desarrollar para el intercambio pedagógico y el aprendizaje colectivo.

En esta ocasión, previo a la quinta sesión ordinaria del CTE, donde se abordará el tema “El codiseño y la integración curricular” —uno de los puntos nodales del currículo—, la AEFCM volverá a poner énfasis en este debate. Ha lanzado una convocatoria para participar en el Foro Nacional “El codiseño en la Nueva Escuela Mexicana”, que se llevará a cabo los días martes 18 y miércoles 19 de febrero de 2025, de 9:00 a 18:00 horas. Será necesario esperar los resultados de este foro, sus conclusiones y el pronunciamiento oficial para comprender con mayor claridad las intenciones subyacentes.

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