Revista Aula

Desamparo escolar

Carlos Ornelas
Carlos Ornelas

El desamparo no sólo se da en la sierra. Guillermo Adame Calderón, secretario de Educación de Durango, declaró que, tras la falta de alumnos cerraron cuatro turnos vespertinos en la ciudad de Durango: “La población en primaria está cayendo en picada”.

No es una tacha para quienes se dedican a la docencia en educación básica, es una falla estructural, en la que la inequidad y la violencia representan papeles fundamentales. Miles de familias con hijos en edad escolar viven en el desamparo y causan que abandonen la escuela o que nunca se inscriban. La semana pasada circularon comentarios sobre Education at a Glance 2025, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Los indicadores para México, en comparación con los de otros

miembros de esa organización, muestran las consecuencias del desamparo social.

Una nota de Omar Hernández H., corresponsal de Excélsior en Durango, ilustra la situación de desamparo, desde el encabezado mismo: Reubican a docentes en Durango; desaparecen turnos por falta de matrícula. Cita a Ronaldo Cruz, subsecretario de Servicios Educativos, quien comentó que eso obedece a la dinámica del desarrollo poblacional. El funcionario apuntó que, en los últimos tres ciclos, la inscripción disminuyó de manera sensible y no hay posibilidades de tener grupos de preescolar de 25 a 30 alumnos.

Informó que la Secretaría de Educación diseña estrategias para que los maestros no pierdan su trabajo, pueden ser técnicos académicos o apoyar a otros docentes.

La nota de Omar me motivó a buscar una noticia del 1 de septiembre en El Sol de Durango. El encabezado del reportaje de Joshael Rojas es dramático: Regreso a clases: no hay alumnos en las escuelas rurales de Durango. Y el subtítulo: Más de 100 instituciones educativas han migrado al sistema multigrado por falta de alumnos. Entrevistó a Alfonso Herrera García, el dirigente de la sección 44 del SNTE, quien puntualizó: “No hay población escolar en las comunidades rurales, sobre todo de la región Sierra, los municipios de Guanaceví, Topia, Canela, Otáez, incluso aquí mismo en la ciudad, la matrícula ha descendido considerablemente”. 

Por supuesto, el líder sindical se preocupa por el empleo de sus agremiados, no tanto por el destino del alumnado de las escuelas que se cierran. La zona de la sierra es poco poblada y, al parecer, no sólo disminuye el número de nacimientos, sino que se incrementa la migración por falta de oportunidades de empleo y quizá por la violencia entre grupos antagónicos del crimen organizado. La opción para los habitantes que se quedan en esas regiones es inscribir a sus vástagos en escuelas multigrado, que administra el Consejo Nacional de Fomento Educativo. El Conafe ofrece servicios con instructores comunitarios, no docentes titulados. Es la opción (una buena opción) para los pobres entre los pobres que, además, viven en zonas alejadas.

Pero el desamparo no sólo se da en la sierra. Guillermo Adame Calderón, secretario de Educación del estado, declaró que, tras la falta de alumnos cerraron cuatro turnos vespertinos en la ciudad de Durango: “La población en primaria está cayendo en picada”. El mismo reportaje señala que no es sólo por la disminución de la población, sino por los costos (cuotas, útiles, uniformes) que los pobres no pueden cubrir ni con el monto de la beca Rita Cetina. Este asunto influye para incrementar las cifras de abandono de alumnos.

Con todo y que el gobierno, desde la SEP, anuncia programas y acciones e incrementa el número de becas, el desamparo persiste, es de estructura. No importa que los indicadores

del Panorama de la Educación sean de un organismo neoliberal, como apuntó un fiel de la Cuatroté, muestran la inequidad reinante en el sistema educativo mexicano.

RETAZOS

Las quejas contra escuelas secundarias de Durango encabezan el listado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. En agosto fueron 64. En Oaxaca, la sección 22 del SNTE gana de nuevo. El gobernador Salomón Jara le otorgó 17 plazas en el ISSSTE. Los trabajadores del sindicato del ISSSTE están enojados e, igual que los guerreros de la CNTE, desquiciaron el tráfico. Me equivoqué. Pensé (y escribí) que el nuevo método de selección de los estudiantes de educación media en el área metropolitana no evitaría el movimiento de rechazados. No hubo grandes problemas. Un programa que funcionó. Espero que esa golondrina haga verano.

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