Ícono del sitio Revista Aula

Vamos juntos: otro mundo es posible

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.
Mario Benedetti.

Hace un par de semanas recibí con gran emoción el tiraje de mi libro más reciente. Se trata del cuarto volumen de una serie que he titulado Educación para otro mundo posible. Este cuarto tomo se titula a partir del poema de Mario Benedetti que servirá de guía a estas líneas: Con tu puedo y con mi quiero (1)

Los tres volúmenes que le anteceden -los dos primeros publicados en versiones impresas y el tercero solamente en versión electrónica- se titulan respectivamente: Un futuro en la gargantaEl alto sueño y Soñar con las manos.

La serie o colección fue concebida con el objetivo de compilar -bajo determinadas categorías que emergen de la producción de cada corte temporal- los artículos de opinión que voy publicando fundamentalmente aquí en e-consulta y en el portal Lado B, aunque ocasionalmente se han incluido algunos textos escritos para otros medios.

Cada volumen es entonces, una especie de corte de caja, de alto en el camino para volver a leer, filtrar y seleccionar, agrupar y categorizar algunos de los artículos que puedan seguir teniendo vigencia y cumplan con cierto nivel de calidad, puesto que escribiendo cada semana resulta humanamente imposible que todos los textos tengan el mismo nivel. Lo relevante en las entregas semanales -como le escuché a un columnista político nacional- es “mantener un buen promedio de bateo”, mientras que la intención en los libros es hacer una selección que elimina los trabajos menos afortunados.

¿Por qué llamar a la serie Educación para otro mundo posible? Porque el sustento del que se parte en la visión humanista o personalizante de la educación que es la perspectiva desde la que escribo, es, como ya lo he repetido muchas veces en este espacio, que los educadores somos los profesionales de la esperanza, que no hay educación sin la convicción de que es viable construir un mundo distinto, un mundo en el que quepan todos, un mundo en el que se respete la dignidad de todas las personas y se busque siempre el bien común.

¿Cuál es el motivo de tomar los títulos de cada volumen de poemas? Porque considero, como decía el poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón“La poesía es la única prueba concreta de la existencia del hombre”, la poesía es capaz de sintetizar en una imagen construida en muy pocas palabras, todo un universo de sueños y experiencias; porque la poesía nos mueve no solamente el intelecto sino al mismo tiempo todo nuestro mundo afectivo y por ello tiene un enorme potencial transformador.

¿Por qué tomar en este cuarto volumen el poema Vamos juntos del escritor uruguayo Mario Benedetti? Porque creo firmemente que ese verso contiene una dualidad de ingredientes fundamentales para que ocurra el milagro de una educación verdaderamente transformadora y humanizante: la articulación del talento y el deseo, de las capacidades y la libertad, de las potencialidades y las aspiraciones de los educandos y los educadores.

Con tu puedo (el del educador y el del educando) y con mi quiero (el del educador y el del educando), vamos juntos a emprender la aventura de buscar nuevos aprendizajes, de conocer lo hasta ahora desconocido, de ampliar los horizontes de ambos actores centrales del proceso educativo. Esta aventura que es siempre apasionante si se trata de una búsqueda genuina y no de una simple transmisión o repetición de información sin sentido.

“Compañero te desvela/la misma suerte que a mí/prometiste y prometí/encender esta candela”, dice el primer bloque del poema. Desde mi punto de vista, este es el punto de partida que dinamiza todo proceso educativo de verdad: la promesa que se comparte, a partir de una apuesta por la formación integral de los niños, adolescentes y jóvenes para “encender la candela” del conocimiento, la luz del deseo de conocer que se va concretando en aprendizajes que iluminan una parte de la vida y de la interacción del educando con el mundo, consigo mismo, con los demás, con la sociedad y con la especie humana.

En este país en el que “la muerte mata y escucha”, es necesario que haya educadores que se unan en la lucha por mantener la convicción de que “la vida viene después” y que es posible derrotar a la muerte con la vida, por más utópico que parezca en este país en el que se asesinan madres cuyo único delito es buscar los cuerpos escondidos de sus hijas que fueron también asesinadas.

Estos tiempos de emergencia social están clamando por educadores que vayan juntos trabajando por esta indispensable re-moralización social, por la recuperación del deseo de vivir humanamente y contra la normalización de la cultura de la muerte que se ha instalado en el desánimo colectivo, que ha invadido como enfermedad grave a un cuerpo social con bajas defensas anímicas, con un bajo deseo de vivir.

De manera que los educadores tienen hoy el compromiso ineludible, si quieren ser llamados educadores y no solamente enseñantes, de promover en cada conciencia inteligente, crítica y libre de los futuros ciudadanos de este país, la convicción y el ánimo de que “para gozar el mañana/ hay que pelear el ahora”, que no podemos seguir sentados, indiferentes, inactivos, esperando que las soluciones vengan de arriba, de los políticos, de los filántropos, de quienes están donde están muchas veces porque son cómplices de este mal estructural y se benefician con la anomia colectiva.

Tomar conciencia y promover en nuestros educandos la conciencia también de que como dice el poema “…ya no somos inocentes/ ni en la mala ni en la buena y que por ello, “…cada cual en su faena” debe desgastar su vida trabajando por la vida, por una mejor vida para todos, por una vida que no sea sólo supervivencia, “…porque en esto no hay suplentes-“ y si no hacemos nuestra parte, nadie la va a hacer por nosotros.

En las circunstancias actuales, en la crisis de humanidad que padecemos, “…algunos cantan victoria/ porque el pueblo paga vidas…”, porque un día son veinte asesinatos en Guerrero, otro son diez o treinta o un alcalde, un periodista, una madre buscadora, en distintos lugares del territorio nacional, pero como dice también el poema “…esas muertes queridas/ van escribiendo la historia…” y por esas muertes queridas en cada escuela, en cada universidad, en cada familia, debemos educar para transformar el futuro para que nunca se repita esa historia, para que nunca volvamos a escuchar o a ver publicadas esas historias.

Debajo de los múltiples temas que abordan los artículos que conforman este libro, en el magnífico prólogo del Dr. Germán Álvarez Mendiola, está un solo deseo, una sola apuesta, una única esperanza: que en cada aula diariamente con tu puedo y con mi quiero, vayamos juntos hacia la construcción de otro mundo posible a partir de una educación con calidad y justicia.

1. Quienes estén interesados en adquirirlo pueden escribir a: editorial.upaep@upaep.mx o buscarlo en la página web de la editorial Tirant México donde existe la opción de compra en papel o en versión electrónica: https://cutt.ly/TBv6d1X

Publicado originalmente E-Consulta: https://cutt.ly/yBv6bKg

Facebook Comentarios
Salir de la versión móvil