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La evaluación educativa y la Nueva Escuela Mexicana

Francisco Miranda López*

Existen varias razones que permiten afirmar que la evaluación educativa que ha desarrollado Mejoredu es consistente con el proyecto educativo de la cuarta transformación, con la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y con el nuevo Plan y programas de estudio para la educación básica 2022 (PE 2022).

En primer lugar, hay que recordar que la reforma educativa de 2019, impulsada por el primer gobierno de la cuarta transformación, replanteó la mal llamada reforma educativa y creó a Mejoredu como una institución orientada por los principios de revalorización del magisterio y el desarrollo de una evaluación que no fuera punitiva, que evitara las comparaciones que estigmatizan a estudiantes, docentes y escuelas y que se vincularla estrechamente con los procesos educativos.

En segundo lugar, el Modelo de Evaluación Diagnóstica, Formativa e Integral (MEDFI) desarrollado por Mejoredu ha sido consistente con la NEM al señalar que la evaluación diagnóstica y formativa debe recuperar su sentido pedagógico y formar parte esencial de los procesos educativos y situarla como parte de la interacción pedagógica entre docentes y alumnos, propiciando su vinculación con la observación, la reflexión y la retroalimentación de las situaciones de enseñanza y aprendizaje.

En tercer lugar, y en congruencia con el PE 2022, las evaluaciones diagnósticas y formativas desarrolladas al inicio del ciclo escolar 2024-2025, ya no toman en cuenta a las asignaturas (como lectura o matemáticas), sino que se organizan en torno a Ejercicios Integradores de Aprendizaje (EIA) basados en situaciones problemáticas, como el maltrato infantil, los problemas del agua o la basura, los hábitos alimenticios, la violencia escolar o artes visuales, entre otros, que buscan detonar en las y los estudiantes varios procesos de integración de los aprendizajes: la articulación de saberes y conocimientos en torno a campos formativos, su vinculación con problemáticas sociales relacionados con los ejes problemáticos y la recuperación de temas relacionados con las familias de las y los alumnos, el contexto escolar y la vida la comunitaria.

Varios docentes han señalado que los EIA funcionan como “mini proyectos” porque están contextualizados en torno a distintas problemáticas que se abordan en el aula y la escuela; que se trata de un ejercicio novedoso que permite visibilizar lo que se está realizando en el aula en el marco de la NEM al contemplar aspectos como la territorialización, la autonomía profesional del docente y la articulación e interdisciplinariedad con base en problemas sociales, por lo cual contribuye a realizar valoraciones distintas del aprendizaje. Todo ello permite ya no pensar en la calificación, sino en los avances que muestran las y los alumnos sobre las problemáticas que se viven en la comunidad y las escuelas.

Esta nueva propuesta de evaluación fue desarrollada de manera conjunta con la SEP y constituye un importante punto de inflexión en el tipo de evaluación educativa que se había venido desarrollando en el país. Su consolidación, sin embargo, exigirá una mayor coordinación interinstitucional con las autoridades educativas del país a efecto de contar con mayores apoyos para las y los docentes que les facilite su aplicación y uso, convertirlas en insumos para la evaluación formativa en el aula y que sirvan para ofrecer información y retroalimentación a las autoridades educativas para impulsar políticas de mejora educativa más consistentes y sostenibles en el tiempo.

*Titular del Área de Evaluación Diagnóstica.
Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

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