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Ingresar a la educación superior en Grecia y en México: Tendencias compartidas y peculiaridades nacionales

En su libro titulado La democratización de la educación superior en Europa: el caso helénico, publicado en abril 2024 por la editorial francesa l´Harmattan Georgios Stamelos (Universidad de Patras, Grecia) interroga la democratización de la educación superior en ese país, retomando los aportes de autores canónicos en materia de equidad e inclusión. En paralelo, expresa preocupaciones que resuenan con relación a la circunstancia en México.

La principal versa sobre la masificación de la matricula, un fenómeno que beneficia tanto a los alumnos herederos (de clase media para arriba) como a los pioneros (sin antecedentes familiares de acceso a la educación superior y procedentes de colectivos subrepresentados en la educación superior). En Grecia como en México, España o Francia, la obligatoriedad de la educación media superior y el reequilibramiento espacial de los servicios del siguiente nivel desencadenaron incrementos de los flujos de paso. A raíz de ello y de una selectividad menguante en los procedimientos de selección, en Grecia, aumentaron las tasas de admisión y cobertura, así como la cantidad de estudiantes matriculados. Ocurrió algo similar en México: el número total de estudiantes registrados en Técnico Superior Universitario, licenciatura y posgrado alcanzó 5 millones 224 mil 393 en 2023-2024, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.

Los primo-ingresantes fueron parcialmente absorbidos por las instituciones nuevas, abiertas desde 2019: las misiones asignadas a las 201 Universidades para el Bienestar Benito Juárez, a las 7 Universidades Interculturales o comunitarias, alas 3 Universidades de la Salud y a la Universidad Rosario Castellanos fueron de hecho prestar servicios a la población residente en los entornos locales, sobre todo a la desprotegida.

En torno a otras cuestiones, la lectura del libro de G. Stamelos revela contrastes en las situaciones nacionales. Grecia manda afuera un porcentaje elevado de estudiantes móviles (unos 40 mil), en comparación con su matrícula doméstica. No es el caso en México: los estudiantes en movilidad saliente son pocos y sus estrategias de acceso están desconectadas de las de movilidad internacional A diferencia, los griegos vincularon ambas, sea que pertenezcan a las elites meritocráticas o no cuenten con las calificaciones exigidas para ingresar a instituciones nacionales de prestigio y/o a las carreras de su preferencia.

Las diferencias en la construcción idiosincrásica de un mismo objeto corroboran la importancia de reexaminar, en perspectivas innovadoras, los dispositivos propios instalados en cada país. En México, por ejemplo, eso conduce a considerar la plataforma del Registro Nacional de Opciones de Educación Superior (Renoes) no sólo como un mecanismo de racionalización (perspectiva nacional) sino como un desencadenador de desplazamientos migratorios (enfoque comparativo). El Renoes reabre en efecto las plazas vacantes de primer ingreso, una vez concluidos los procedimientos de asignación de cupos, a estudiantes previamente rechazados, si aceptan adecuar su elección de carrera/establecimientos a los espacios donde sobraron plazas, aunque sean territorialmente distantes.

A pesar de la diversidad de las respuestas posibles ante pendientes similares, a veces, coinciden los resultados. Lo ilustra un cotejo entre las contribuciones de las políticas de democratización a la diversificación de los programas de estudios. G. Stamelos advierte que, aunque el filtro para ingreso está constituido por exámenes nacionales, las calificaciones mínimas exigidas para una misma carrera difieren considerablemente según el lugar y la institución. En México, donde cada IES aplica el examen de su elección, la heterogeneidad en la calidad de los planes de estudio es parecida a la que impera en Grecia.

Comparar las soluciones implementadas en ambos países permite, en suma, cerciorarse del abanico de estrategias empleadas para democratizar el acceso a la educación superior. Revela que esas dependen de las historias de cada nación y de los esquemas de organización de sus sistemas. Explica distinciones, respecto de la definición social o legal de los “grupos vulnerables”. Permite entender que no existen recetas duplicables. Así, Grecia autoriza los estudiantes no seleccionados a hacer un uso diferido de sus mejores calificaciones si vuelven a presentar el examen de admisión al siguiente año. México, no. Cotejar vías de salida ante un problema es cuanto más interesante que disminuye el riesgo de naturalizar reacciones aleatorias, determinadas por relaciones de fuerzas en coyunturas particulares.

Finalmente, planear la resolución de tensiones depende de los datos disponibles sobre su génesis y estado. El libro de G. Stamelos demuestra el uso de una información más completa que la que circula aquí. Comprueba una urgencia: a México, le falta recuperar su enorme atraso en la producción de estadísticas, principalmente sobre instituciones no convencionales y actores.

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