Revista Aula

Equidad educativa y justicia social en territorios rurales. Diez años de aportes de la Red Temática de Investigación de Educación Rural

Amanda Cano Ruiz

El 31 de octubre de 2025, en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana (IBERO) de la Ciudad de México, tuvo lugar un evento que conmemoró los 10 años de fundación de la Red Temática de Investigación de Educación Rural (RIER). Fue un espacio rico en reflexiones, analítico y propositivo, de ahí la relevancia de recapitular parte de lo que se vivió esa mañana en la que distintos miembros de esta Red se involucraron para expresar su pensar y sentir respecto a lo que ha representado en lo personal, para sus instituciones, estados y regiones, contar con un órgano investigativo de esta naturaleza.

Para situar al lector respecto a cuál es el sentido de la RIER, como sus siglas lo indican, tiene por objeto el estudio de la educación rural a partir de la sinergia, cooperación y colaboración generada por sus miembros: investigadores, maestros(as), estudiantes y otros actores implicados en este campo. Además, le compete hacer transferencia de los conocimientos que genera con fines de incidencia social. Se fundó en 2014 a partir de una convocatoria emitida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt hoy Secretaría de Ciencia, Humanidades Tecnología e Innovación).  Ha tenido, desde ese momento a la fecha, a la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México (IBERO CDMX) como sede. A la fecha de este escrito cuenta con 102 miembros de once países, principalmente de Latinoamérica.

Las actividades del evento se organizaron en tres momentos: palabras de bienvenida a cargo de autoridades de la IBERO, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo de la Educación (Centro Inide) y del líder de la RIER, Dr. Diego Juárez Bolaños; tres mesas de diálogo con participación de miembros provenientes de distintas partes de México; y, finalmente, una conferencia de cierre a cargo de Álvaro Andrés Rivera Sepúlveda (de la Universidad Nueva Granada, Colombia).

Desde las palabras de bienvenida privó un ambiente emotivo y de reconocimiento a la trayectoria de la RIER. Quedó claro que su gestación obedeció a la conjugación de una serie de elementos: presencia de un grupo de académicos interesados en la educación rural que buscaban unir fuerzas, intereses y proyectos en torno a este tema; la posibilidad de contar con un financiamiento para apoyar tareas de investigación y transferencia de conocimiento de la RIER; y el impulso o respaldo que se tuvo de la IBERO CDMX, quien puso al servicio de la Red sus fortalezas y capacidades institucionales. También se señaló que, tanto datos numéricos como cualitativos, dan cuenta del crecimiento de esta Red, su expansión y posicionamiento investigativo y social. Un claro ejemplo de ello es la conformación de sus dos capítulos: al norte y sur de México, desde donde se promueven líneas de trabajo regionales con importantes aportes a la educación rural de estas zonas. 

A través de una serie de imágenes el público fue reconociendo “el andar de la RIER”, se mostraron desde los primeros pasos que se dieron para darle metas, objetivos, líneas de acción a la RIER, así como la participación de sus miembros en actividades variadas: visitas a escuelas rurales, reuniones de trabajo, coloquios, encuentros, seminarios, talleres. Se mostró, que muchos actores de la RIER permanecen, otros, cumplieron etapas dejando su aporte a la conformación de este órgano, se mostró también la participación de una generación joven que renueva las líneas de trabajo y da continuidad a las existentes.

Después del momento de apertura se dio paso a las mesas de diálogo, las cuales versaron sobre tres temas: importancia de la visibilidad de la educación rural y multigrado; aportes de la RIER en la formación docente rural y la RIER y la investigación educativa. Como se podrá advertir se trató de focos analíticos amplios respecto al trabajo de la RIER y que permitieron abrir ventanas a la reflexión sobre el trabajo colectivo realizado.

Al hacer un balance de lo vertido por este grupo de académicos se destacan diversas aristas. Del lado luminoso, asociado a los logros y avances, se señaló la nutrida producción académica de la RIER visible a través de un repositorio institucional de amplia consulta entre el magisterio así como para investigadores (http://rededucacionrural.mx/) además, el contar con la Revista Iberoamericana de Educación Rural (RIBER) como publicación especializada en este campo y única en México (https://riber.ibero.mx/index.php/riber); están también los siete Coloquios iberoamericanos de Educación Rural realizados en diversos países (México, Uruguay, Perú, Colombia, Costa Rica, Argentina y Cuba) que han resultado clave en visibilizar la educación rural de la región;  se reconoce los diversos proyectos de investigación colaborativos  de corte interno o aquellos que se han solicitado por agentes externos con fines de conocer el estado que guarda la educación rural en el país (uno de ellos derivó en la publicación de las Directrices para la Educación Multigrado (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación [INEE], 2019); las acciones y programas de formación inicial y continua impulsados (o apoyados) como es el caso de la Licenciatura en Educación Multigrado, Especialidad en Docencia Multigrado y Maestría en Educación Rural, además de variada oferta de cursos, talleres, diplomados sobre educación rural y multigrado.

A su vez, se destacó el que la RIER es un órgano abierto, incluyente con una visión horizontal y colaborativa de la investigación. Tiene como sello la cercanía y visita a las escuelas rurales, el reconocer los saberes experienciales de los docentes y su preocupación no solo por conocer sino por mejorar la educación rural. Desde 2022 cuenta con el Seminario “La RIER a puertas abiertas”, donde mensualmente divulga el trabajo investigativo de sus miembros y el cual se ha consolidado como un referente respecto al trabajo investigativo en educación rural en nuestra región.

No obstante, estos logros, desde el lado crítico se manifestaron distintas dificultades que ha enfrentado la RIER, como la falta de un financiamiento específico (el cual solo estuvo en sus inicios o ha estado de manera intermitente para alguno de sus capítulos); esto la ha llevado a su sostenimiento prioritariamente a través del autofinanciamiento de sus miembros y el apoyo que brinden sus instituciones de adscripción. 

A su vez, se habló de líneas de trabajo pendientes como la necesidad de mayor incidencia en las políticas públicas que abonen a cambiar las condiciones en las que operan diversas escuelas o servicios educativos rurales. Es necesario conocer y atender la infraestructura y el equipamiento escolar, también incidir en la mejora de las condiciones de trabajo de maestros(as) rurales quienes tienen una sobrecarga laboral y de gestión significativa, sin apoyos económicos adicionales que los incentiven en su labor; está como asignatura pendiente la atención del alumnado que presenta barreras para el aprendizaje y la participación social, el cual está escasamente atendido en los territorios rurales. 

Otra línea de acción pendiente es que la RIER amplíe sus horizontes investigativos: la necesidad de estudiar toda la educación obligatoria y también la superior pues sus aportes giran prioritariamente en la educación básica; retomar temas investigativos emergentes como lo son la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación rural, o bien el conocimiento del impacto de la violencia en territorios rurales.

Es necesario también continuar impulsando la formación inicial y continua en temas rurales. En particular consolidar un doctorado que cultive de manera específica la línea de educación rural, ya que no se tiene alguno en su tipo ni en México ni en Latinoamérica. La RIER requiere continuar su crecimiento o expansión regional pues ello asegura su continuidad, vigencia y relevancia, se advierte su falta de presencia en distintas naciones del continente y ello conlleva su promoción, seguir tejiendo lazos e interacciones con nuevos actores e instituciones que se contagien del trabajo en red.

Finalmente, destaco que en este evento se hizo evidente que esta red es dinámica, flexible y que ha tenido un trabajo sostenido con alta relevancia educativa y social. En particular ha logrado una solidez significativa en el estudio de la educación multigrado de la cual hace más de diez años se hablaba poco y hoy vemos un renovado interés en ella, no solo a nivel investigativo, sino a través de diversos esfuerzos estatales que buscan atenderla o apoyarla. 

Queda mucho por hacer, por aportar para avanzar en procesos de equidad y justicia social en educación rural, pues se reconoce que los rezagos son de larga data y de compleja naturaleza. La RIER, sin duda alguna es un actor clave para incidir en cambios en estos escenarios y por ello se le desea larga  y productiva vida.

Referencias

Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2019). Directrices para mejorar la educación multigradohttps://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2019/05/DirectricesParaMejorarlaEducacionMultigrado_D.pdf

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