Cada segundo domingo de mayo, al celebrarse el Día de la Madre en muchos países del mundo, las escuelas se colman de vibrantes alegrías, discursos de amor y poemas del alma. Sin embargo, ¿es factible que este año vayamos más allá de los tradicionales homenajes y reconozcamos a las progenitoras como nuestra primera maestra de nuestra vida?
Sin lugar a dudas, desde las aulas, estaríamos reconociendo su papel como educadoras del hogar, líder incansable, fiel servidora, sostenedor de la familia e inspiradora de toda sociedad. Ya que, sin poseer un título de maestra y sin importar su condición social, estado civil o situación de salud, ellas forman a cada individuo desde su nacimiento, con el amor que es el extraordinario prodigio de la existencia humana, señalan Francisco Grass y Pilar Maiz.
Durante el mes de mayo, los maestros, en su labor innovadora, pueden comprometer a los estudiantes a conversar con sus madres acerca de sus vivencias y enseñanza materna. Luego, este diálogo grabado, los niños y los adolescentes la compartirán con sus compañeros del aula con el objetivo de producir contenidos de impacto y difundir en las redes sociales, resaltando el valor fundamental de las madres como la primera maestra del hogar y de la sociedad.
Por otra parte, los maestros pueden organizar grupos de estudiantes para que entrevisten a algunas madres de sus escuelas previo sorteo. Una vez seleccionada la entrevistada, los estudiantes con la colaboración del docente formulan las interrogantes pertinentes acerca de la labor ardua de las progenitoras, su resiliencia, el amor incondicional y el empoderamiento empático. Las entrevistas se realizarán en los hogares de las madres y, para ello, coordinarán con ellas. Una vez finalizada la entrevista, los estudiantes la convertirán en podcast para su difusión en la internet.
En este hermoso gesto, en las instituciones educativas es fundamental que los docentes resalten el papel de las progenitoras, como la primera influencer en la vida de los niños. En la familia, esta genuina aliada de la educación, día a día fortalece los vínculos afectivos y transmite valores de amor, cuidado y esfuerzo, que son esenciales para el logro de los aprendizajes y el desarrollo humano, desde su condición materna siendo la más blanda y la más poderosa soberana de los espíritus, dice, el padre Eduardo Pavanetti.
Al considerar a la madre en las escuelas de una manera más vivencial y aliada pedagógica, estamos no solo reconociendo a las mujeres que nos brindaron la vida, sino también reconocemos la relevancia de su función como nuestra primera maestra de la vida.
© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCP.