Revista Aula

Cobertura de 55 por ciento, ¿misión imposible?

Roberto Rodríguez Gómez
Roberto Rodríguez Gómez

El pasado 17 de noviembre se presentó en la Mañanera del Pueblo el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, a fin de presentar avances en materia de la política educativa del sexenio. Abordó en específico los proyectos de ampliación de infraestructura y matrícula en los niveles de la educación media superior y la educación superior.

Sobre el sistema de educación superior, el secretario presentó y comentó varias diapositivas; la primera de ellas referida a los proyectos de ampliación que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, estableció desde su discurso de toma de posesión, el 1 de octubre del año pasado, al proponer: “vamos a ampliar la educación superior, vamos a consolidar las Universidades Benito Juárez y hacer nacionales las universidades que hicimos en la ciudad: la Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud, las vamos a llevar a todo el país; el objetivo es aumentar en al menos 300 mil espacios más en universidades” (Presidencia de la República, Mensaje de la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, Versión estenográfica).

Poco después, el 23 de octubre de 2025, la propia presidenta en su conferencia matutina precisó: “Son 330 mil lugares nuevos para universitarios en todo el país, y se van a distribuir de esta manera: en la Universidad Nacional Rosario Castellanos son 150 mil espacios nuevos a lo largo del sexenio; en la Universidad de la Salud, 25 mil lugares nuevos; en las Universidades para el Bienestar Benito Juárez, al menos 40 mil, aunque tiene posibilidad de más; el Tecnológico Nacional de México, 85 mil y en el Politécnico Nacional, 30 mil”.

Estas cifras y su distribución fueron replicadas en la exposición del secretario Delgado. A ellas añadió otras, que corresponden al resto de las instituciones de educación superior públicas y también al conjunto de instituciones privadas. Se tiene el propósito, mencionó, de “aumentar la matrícula del resto de las instituciones de educación superior en al menos 17 por ciento respecto a la actual”. Si se toma en cuenta que la matrícula actual de nivel pregrado (técnico superior universitario y licenciaturas) supera los cinco millones de estudiantes (5 millones 41 mil 409 inscritos en el ciclo 2024-2025), contando los de IES públicas y privadas, dicho porcentaje equivale a poco más de un millón de estudiantes adicionales a la matrícula actual, con lo cual la matrícula de pregrado superaría ligeramente seis millones de inscritos.

Seis millones de estudiantes, divididos entre la población de jóvenes que en 2030 tendrán entre 18 y 22 años cumplidos, equivale precisamente al 55 por ciento de cobertura bruta previsto en el Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030. Veamos ahora cómo se distribuye esta enorme cifra de expansión comprometida para el sexenio en curso.

Además de los 300 mil estudiantes adicionales, originalmente comprometidos para la UNRC, la UBBJ, el IPN y el TecNM, el secretario Delgado indicó los siguientes parámetros de crecimiento por conjuntos institucionales: a) Universidades estatales, Universidades Estatales de Apoyo Solidario y Universidades Interculturales, 150 mil lugares; b) Universidades federales (UNAM, UAM; IPN, UPN), 40 mil lugares; c) Universidad Abierta y a Distancia de México, 50 mil lugares; d) Normales públicas, 30 mil lugares; e) Universidades tecnológicas y politécnicas, 83 mil lugares nuevos. Subtotal: 353 mil lugares nuevos en IES públicas, o 653 mil lugares nuevos agregando los 300 mil originales. Aparte, se prevé una ampliación de 400 mil lugares en IES privadas. Suma total: un millón 53 mil estudiantes adicionales.

Si ello ocurre, el gobierno de la Cuarta Transformación estaría consiguiendo un logro muy notable: incrementar en diez puntos porcentuales la cobertura de la educación superior; tómese en cuenta que el indicador actual es de 45.1 por ciento. Para alcanzar la cifra de seis millones propuesta para 2030, es necesario incrementar aproximadamente doscientos mil estudiantes por año en lo que resta del sexenio, de los cuales más de 130 mil en IES públicas. ¿Es posible? Depende.

Depende, en primer lugar, de los recursos que se inviertan en este ambicioso proyecto. Hasta hoy el panorama no es alentador porque tanto el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2005 como el recientemente aprobado para 2026 indican un incremento presupuestal apenas en el límite de la inflación para el sistema público de educación superior. Algo similar ocurrió en el sexenio previo, lo que se tradujo en un crecimiento limitado del sistema: Del ciclo 2018-2019 al ciclo 2023-2024, el incremento total de matrícula fue de 582 mil estudiantes, más de la mitad de ellos en IES privadas. Por eso, este sexenio arrancó con la mayor proporción histórica de matrícula privada: 35.5 por ciento; revertir la tendencia de privatización, lo que sería congruente con el postulado de entender la educación superior como derecho y no mercancía, obliga a generar recursos adicionales a las IES públicas, para plazas e infraestructura. ¿O se piensa alcanzar el escenario a base de educación a distancia?

Varias de las metas de la distribución por conjuntos institucionales son de especial dificultad. Por ejemplo, la cifra de más de ochenta mil lugares adicionales en universidades tecnológicas y politécnicas, si se toma en cuenta que en el sexenio anterior este conjunto tuvo un crecimiento prácticamente nulo. Otro tanto puede afirmarse del TecNM, que durante el sexenio 2018 a 2024 disminuyó el número de inscritos. ¿Cuál es el proyecto de expansión para el subsistema tecnológico que haga crecer su matrícula en las cantidades previstas? ¿Cuántos recursos adicionales serán direccionados al mismo para alcanzar las cifras proyectadas? En el caso del grupo de instituciones federales, dos observaciones: el IPN está contemplado tanto el conjunto de los 300 mil originales como en el conjunto de IES federales, o sea que se repite. ¿La proyección de treinta mil lugares más se mantiene o forma parte de los cuarenta mil nuevos lugares para IES federales? ¿Hay alguna explicación para no incluir en las proyecciones a las demás IES federales, tales como la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, las universidades de las fuerzas armadas e incluso la nueva Universidad de las Lenguas Indígenas de México?

Nota publicada originalmente en suplemento Campus

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