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Pandemia y pérdida de aprendizajes: qué nos dice la evaluación realizada por la Ibero

Es innegable que en la pandemia hubo aprendizajes sociales —como una mayor resiliencia y una nueva forma de organización de la casa y los tiempos familiares— además de una manera distinta de vinculación entre la escuela y la familia. Aunque nada de esto puede ignorarse, tampoco puede ni debe soslayarse la pérdida de aprendizajes del currículo, ocasionada por dos años de trabajo a distancia, en el mejor de los casos; miles de niñas, niños y jóvenes incluso interrumpieron su trayectoria educativa. El cierre de escuelas y la desconexión a ésta, sea por una mala conectividad, por la falta de una computadora, tableta o celular, o por las condiciones de enfermedad y vulnerabilidad de miles de familias, ha contribuido a generar un mayor rezago de aprendizajes y —de no hacerse nada al respecto— abonará eventualmente a un mayor abandono escolar y rezago educativo.

Aunque mucho se ha señalado sobre la inminente pérdida de aprendizajes de las niñas, niños y jóvenes en México en este periodo, lo cierto es que al día de hoy no tenemos información oficial sobre el tamaño de dicha pérdida a nivel nacional. Hace algunas semanas se filtraron algunos datos contenidos en el informe que la Auditoría Superior de la Federación realizó sobre el desempeño de la Estrategia nacional para el regreso seguro a las escuelas de educación básica; sin embargo, si bien estos datos dan cuenta de dicha pérdida, aún no se han hecho públicos en el portal de la Secretaría de Educación Pública (SEP) o de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

Y es que con la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en mayo de 2019, luego de aprobarse la reforma educativa propuesta por el presidente López Obrador, se tuvo un retroceso importante en lo que costó años construir. Se cancelaron los ejercicios sistemáticos y públicos en materia de evaluación de aprendizajes —y de otros componentes del sistema— que además eran representativos a nivel nacional y estatal, como fue el caso de las pruebas del Plan Nacional de Aprendizajes (Planea), herederas de evaluaciones anteriores como los Exámenes para la Calidad y el Logro Educativo (Excale) y la Evaluación Nacional del Logro de Académico en Centros Escolares (Enlace), dando paso a un periodo de opacidad y de escasa rendición de cuentas. Hoy, de hecho, no existe información pública y oportuna que ayude a tener certeza sobre los grandes retos en materia de aprendizajes y permita planear y priorizar mejores soluciones de política pública.

Con esa preocupación en mente, entre mayo y junio de 2021, un grupo de académicos del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, financiados con un fondo del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide) de la propia Ibero, nos dimos a la tarea de evaluar los aprendizajes del currículo en dos campos disciplinares clave: Lenguaje y comunicación y Matemáticas; el equipo fue coordinado por Luis Medina Gual y participaron Arcelia Martínez Bordón, Hilda Patiño Domínguez, Cimenna Chao Rebolledo y Miguel Ángel Rivera Navarro. El proyecto se intituló: “¿Qué aprendimos en la escuela durante la pandemia?” y utilizó las pruebas Planea-SEN liberadas de la edición 2018 para primaria y media superior, y para secundaria las pruebas de 2017 que fueron desarrolladas por el INEE y aplicadas por la SEP, para mirar los aprendizajes clave del sistema educativo nacional.

En el desarrollo del proyecto nos acompañaron distintos especialistas en educación y evaluación. De manera muy concreta, fueron consejeros Manuel Montesinos, Harvey Spencer Sánchez, Rafael de Hoyos, Juan Carlos Silas, y Bernardo Naranjo; este último además fungió como un enlace con autoridades educativas de distintas entidades federativas del país, para invitarlas a participar en la evaluación.

Nos importaba ser un apoyo para quienes deseaban contar con información sobre lo que estaba ocurriendo en sus entidades y escuelas y ayudar a estimar el tamaño de la pérdida de aprendizajes del currículo entre los y las estudiantes de educación básica y media superior. Lo anterior a partir un ejercicio comparativo entre los resultados de aprendizaje alcanzados en las pruebas aplicadas por el INEE antes de la pandemia —los últimos levantamientos del extinto órgano autónomo se realizaron en 2017 y 2018— y los resultados alcanzados por los estudiantes que estaban por finalizar el ciclo escolar 2020-2021.

Si bien presentamos un primer reporte con los resultados del proyecto en enero de este año, aún nos faltaba hacer una estimación de la pérdida de aprendizajes a partir de la comparación de los resultados obtenidos por las y los estudiantes que participaron en una y otra prueba (Planea-INEE y Planea-Ibero). Aunque la aplicación original contó con más de 340 000 pruebas para Lenguaje y comunicación y Matemáticas —también levantamos pruebas para medir habilidades socioemocionales y cuestionarios de contexto— sólo tomamos una parte de éstas para el análisis comparativo de aprendizajes. Los resultados que presentamos corresponden, por lo tanto, a 260 052 pruebas aplicadas a estudiantes que cursaban los grados terminales de primaria, secundaria y media superior. Hay que señalar también que la aplicación de las pruebas se desarrolló primordialmente en línea, a través de una plataforma diseñada ad-hoc; sólo en muy pocos casos la aplicación fue presencial y capturada por los docentes.

Para hacer comparables las aplicaciones —sus resultados— fue necesario un proceso de calibración de los tests, lo que implicó hacer un ejercicio de escalamiento, el mismo que utilizaba el INEE, llamado modelamiento de Rasch, empleándose los mismos puntos de corte definidos para los niveles de desempeño reportados.

Para el análisis de los resultados de las pruebas, y debido a que el formato de aplicación fue en línea y no tuvo una supervisión, se tomaron ciertas precauciones. Sabíamos que, sin una supervisión del ejercicio, copiar o recibir ayuda para la resolución de las pruebas era una posibilidad, pero dadas las condiciones de aislamiento por la pandemia y el presupuesto con que contábamos para ello, no era viable pagar dicha supervisión. La primera precaución, por tanto, consistió en preguntar a las y los estudiantes si habían sido apoyados por una tercera persona (ya sea otro estudiante o un adulto) para responder las pruebas. En los casos en donde la o el estudiante contestó que sí, se excluyeron sus resultados para el análisis. Se emplearon, además, dos procedimientos psicométricos que brindan información acerca del patrón de respuesta de un estudiante. Si un estudiante respondía preguntas que no correspondían con su nivel de conocimientos en las pruebas, también se marcaba y se eliminaba para el reporte final.

Del mismo modo que con las pruebas Planea-INEE, los resultados de las pruebas Planea-Ibero se muestran en términos de puntaje y de niveles de logro (NI=No satisfactorio, NII= Básico, NIII= Satisfactorio, NIV=Sobresaliente).

Si bien la interpretación que debe hacerse es con relación a los aprendizajes alcanzados por las y los estudiantes que cursan su educación básica y media superior —sexto de primaria, tercero de secundaria y tercero de media superior— y no en relación con algún estudiante en particular, tampoco hay mediciones longitudinales. La información obtenida a partir de este ejercicio revela que la pandemia dejó importantes pérdidas de aprendizajes en estudiantes de educación básica y media: hay una baja sustantiva en los puntajes alcanzados por las y los estudiantes inscritos en los grados terminales de la educación básica y media superior para el ciclo escolar 2020-2021, en las áreas de Lenguaje y comunicación y Matemáticas. Esto último, en comparación con los puntajes alcanzados por sus pares que cursaron los mismos grados en los ciclos 2016-2017 y 2017-2018, puede leerse como una pérdida de aprendizajes.

Así, por ejemplo, cuando se comparan las medias de los puntajes obtenidos por las y los estudiantes de primaria en ambas pruebas, Lenguaje y comunicación y Matemáticas, en las aplicaciones de Planea-INEE (2017 y 2018) y Planea-Ibero (2021), se encuentra una diferencia de 42 y 34 puntos, respectivamente. En secundaria, por otro lado, no parece haber una pérdida de aprendizajes en la asignatura de Lenguaje y comunicación, aunque sí en Matemáticas, con una reducción de 32 puntos. Con todo, la mayor pérdida se observa en la media superior, donde hay una reducción de 72 y 51 puntos entre las aplicaciones Planea-INEE y Planea-Ibero para las asignaturas de Lenguaje y comunicación y Matemáticas, respectivamente.

Tabla 1. Resultados de pruebas Planea-INEE y Planea-Ibero

Tipo/Nivel educativoPrueba según campo disciplinarMuestra finalMedia Planea-IberoMedia
Planea-INEE
Pérdida en puntajes alcanzados
PrimariaLenguaje y comunicación53 370459 (2021)501 (2018)-42
 Matemáticas46 883469 (2021)503 (2018)-34
SecundariaLenguaje y comunicación41 916496 (2021)495 (2017)+1
 Matemáticas37 649485 (2021)497 (2017)-12
Media SuperiorLenguaje y comunicación21 173428 (2021)500 (2018)-72
 Matemáticas13 422449 (2021)500 (2018)-51

Fuente: elaboración propia

Del análisis de resultados también debe destacarse el incremento de estudiantes con aprendizajes en el Nivel I o insuficientes: en un promedio ponderado, 14 % más de estudiantes alcanzaron un logro insuficiente en 2021 en comparación con el que se alcanzó en las aplicaciones de 2017 y 2018; se observa además un decremento en el porcentaje de estudiantes (15.4 %) que alcanzaron un logro de desempeño más alto, esto es, en los niveles III y IV.

Tabla 2. Diferencias en aprendizajes pruebas Planea-INEE Y Planea-Ibero por nivel de logro

  Planea-INEE (2017 y 2018)Planea-Ibero (2021)Diferencias pruebas
 INEE-Ibero
Tipo/ Nivel educativoPruebaNINIINIIINIVNINIINIIINIVDiferenciasNIDiferencias NIII y NV
PrimariaLenguaje y comunicación49.132.915.12.870.227.42.40.1+21.1-15.4
 Matemáticas59.117.914.88.278.319.61.70.4+19.2-20.9
SecundariaLenguaje y comunicación33.840.117.98.32656.815.22.1-7.8-8.9
 Matemáticas64.521.78.65.174.621.43.40.7+10.1-9.6
Media superiorLenguaje y comunicación33.928.128.79.266.826.25.41.5+32.9-31
 Matemáticas66.223.38.02.585.8130.90.3+19.6-9.3

Fuente: elaboración propia

Aunque en el levantamiento de las pruebas realizado por la Ibero participaron estudiantes de distintas partes del país, la gran mayoría inscritos en escuelas de sostenimiento público, debe señalarse que la muestra está sobrerrepresentada para los estados del centro y norte de México, pues la mayoría de quienes participaron en esta aplicación de carácter voluntario viven en dichos estados. Sobre esto último, debe anotarse que justamente son los estados del centro y norte los que típicamente obtienen puntajes más altos en este tipo de pruebas. Además de que casi la totalidad de estudiantes que participaron en las pruebas las respondieron de manera electrónica, lo que también nos habla de un perfil de alumnos menos desfavorecidos. Esto nos permite afirmar que es muy probable que la pérdida de aprendizajes observada sería aún mayor si hubiéramos podido evaluar a más estudiantes de los estados del sur y sureste del país, y si el ejercicio hubiese sido en papel y en las escuelas, como se hizo en las aplicaciones Planea-INEE.

La disminución en los puntajes alcanzados nos habla, sin duda, de una pérdida en los aprendizajes del currículo y coloca alarmas importantes que debieran preocupar a todos y a todas. El rezago en aprendizajes no se corrige de manera natural si la escuela no toma las medidas necesarias para revertirlo y si la autoridad no la cobija con acciones de política pública. Por ello no sólo hay que reflexionar sobre lo que pueden hacer las escuelas y las y los docentes para enfrentar esta pérdida, sino también preguntarnos ¿qué prioridad en la agenda de gobierno y de las autoridades educativas ocupa la recuperación de aprendizajes? ¿Qué presupuesto se está destinando a ello? ¿Qué pueden hacer las familias y la sociedad civil? ¿Qué nos toca a las académicas y los académicos?

Luis Medina Gual
Académico de tiempo completo en el Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, especialista en evaluación de aprendizajes. Coordina la Evaluación Diagnóstica para el Aprendizaje Ibero (EDAI).

Arcelia Martínez Bordón
Académica de tiempo completo en el Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, especialista en evaluación de políticas educativas. Coordina el Faro Educativo de la Ibero.

Texto publicado originalmente en el blog “Distancia por tiempos” de Revista Nexos https://educacion.nexos.com.mx/pandemia-y-perdida-de-aprendizajes-que-nos-dice-la-evaluacion-realizada-por-la-ibero/

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