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Las etapas de la Nueva Escuela Mexicana

Guorui Fan y Thomas Popkewitz analizan paradigmas de la política educativa a escala global. Para ellos, más allá de la ideología, “la política educativa es un código de conducta, una normativa para su existencia y una herramienta empleada por una entidad política para gobernar la educación”. La noción de la Nueva escuela mexicana (NEM) que acuñó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue primero que nada un código de conducta, un artificio retórico que inauguró su primer secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán. A partir de septiembre de 2019 tuvo existencia normativa dado que —a iniciativa del gobierno— el Congreso colocó el concepto de NEM como un capítulo en la nueva Ley General de Educación. Dejó de ser instrumento para gobernar la causa de la educación cuando Delfina Gómez Álvarez arribó a la jefatura de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Pero renació cuando el proyecto de nuevo plan de estudios y marco curricular para la educación básica requería de un aparato normativo.

El concepto no es novedoso, el gobierno de Vicente Fox propuso el mismo artefacto para gobernar la educación, quizá con un mejor andamiaje conceptual. Sin embargo, eso le permitió al secretario Moctezuma erigir un alegato edificante dirigido a maestros, alumnos, padres de familia y sociedad en general. Con todo, su existencia era débil dado que el presidente López Obrador nunca mencionó tal concepción (y en la liturgia de la cuarta transformación, si el presidente no la menciona no existe); parece que la educación no forma parte de sus preocupaciones.

Ilustración: Estelí Meza

Primera etapa, el surgimiento

El 14 de enero de 2019, el secretario Esteban Moctezuma mencionó por primera vez el aparato que le permitiría buscar cómo gobernar la educación. En la mañanera de ese día mencionó: “Este es un primer gran paso para la transformación educativa que dará origen a la Nueva escuela mexicana. Estamos viviendo y construyendo un momento histórico para la educación pública en México, la cuarta transformación”. Palabras grandilocuentes: “transformación educativa”, “momento histórico”. No obstante, sostengo que la educación pública es una institución robusta, con normas escritas y reglas informales de comportamiento perdurables arraigadas en el hacer de sus actores, en especial de los docentes.

La SEP —bajo la dirección de Moctezuma— se aplicó a construir códigos de conducta. Primero, en agosto de 2019, la Subsecretaría de Educación Básica y la Autoridad Educativa de la Ciudad de México pusieron en marcha un taller de capacitación dirigido a jefes de sector y supervisores. Al parecer, los talleres no tenían como propósito un ánimo transformador profundo; siguieron el patrón convencional. La “introducción” a los primeros talleres mencionó que la NEM era producto del Acuerdo Educativo Nacional, construido en 32 foros durante 2018. Gilberto Guevara Niebla todavía era el subsecretario de Educación Básica. El peso de los talleres estuvo en la metodología, no muy diferente a los talleres de capacitación del pasado.

En marzo de 2020, la Subsecretaría de Educación Básica elaboró un documento, “Ideas fuerza de la Nueva escuela mexicana”, con el propósito de orientar a autoridades y docentes. Más que de reforma, cambio o transformación, formuló una vía de continuidad con la evolución del sistema hasta llegar a lo existente. Sólo el principio 7, “Transformar las creencias pedagógicas y la cultura escolar”, propuso algo radical. La idea fuerza sugiere que esas creencias son de docentes y directivos escolares que no toman riesgos. Pero, por otra parte, indica: “Que las autoridades educativas tomen decisiones que trastoquen de manera profunda y decidida la cultura escolar e institucional”.

La Subsecretaría de Educación Media Superior puso en circulación su ver de la NEM en agosto de 2019. Indicó que su primer compromiso era “brindar calidad en la enseñanza”. Lo justificó “porque tenemos rezago histórico en mejorar el conocimiento, las capacidades y las habilidades de los educandos en áreas fundamentales como la comunicación, las matemáticas y las ciencias”. O sea, la calidad de la educación no era una mala palabra de la “mal llamada” e intentos de cambio anteriores. La condición principal: revalorar al magisterio.

A partir del ascenso de Delfina Gómez Álvarez a la conducción de la SEP, la NEM desapareció de la oratoria del funcionariado de la SEP, hasta que las circunstancias dictaron que el nuevo plan de estudio y marco curricular, que emergió en enero de 2022, requería de una existencia normativa.

Segunda etapa, un fantasma

La SEP lanzó la propuesta de un cambio radical en la educación básica en enero de 2022. El documento Marco curricular y plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana. Un borrador de programas analíticos para cada nivel de estudio. Su propósito principal:

Redefinir el carácter universalista y nacionalista del conocimiento para pensar en la educación básica desde otras bases sobre lo común, asumiendo la diversidad como condición y punto de partida de los procesos de aprendizaje y con ello recentrar la noción de lo comunitario como horizonte de la formación básica.

A lo largo de ése y otros dos documentos no se define lo común de manera genérica sino restringida. Tal vez no comunitario sino comunalista; uso esta palabra, que no existe en el diccionario, con el ánimo de desvelar su tinte ideológico como otras palabras que terminan en “ista” (como comunista). Además, postula que el proceso de mestizaje ha sido el referente cultural del currículo de la educación básica hasta nuestros días y coloca al mestizo como: “Sujeto ideal en términos lingüísticos, sociales, económicos, culturales y educativos, dejando fuera de los temas de reflexión o contenidos a la diversidad étnica y cultural del país, incluyendo, las diferencias de clase, género, sexual y de capacidad inscrita en esa diversidad”.

El primer borrador sólo menciona una sola vez a la NEM, en la nota a pie de página 102, en la página 68. El segundo borrador modificó el título: Plan de estudios de la educación básica 2022: Marco y estructura curricular.La SEP lo dio a conocer en abril de 2022. La noción de la NEM no apareció en ninguna de sus líneas, pero insistió en el enfoque comunalista. En la tercera versión (a comienzos de junio), nada más se identifica como Plan de estudios de la educación básica 2022.

Tercera etapa, renacimiento

El tercer borrador retoma el concepto legal de la NEM, plasmado en la Ley General de Educación y ofrece cuerpo formal a los elementos del currículo de la educación básica: el derecho humano a la educación; también conceptúa a los maestros como profesionales de la docencia. Esta versión no abandona la idea “comunalista”, pero la deja como un elemento de segundo orden. El Acuerdo de la secretaria de Educación Pública, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de agosto, establece el “Plan de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria”.

La parte sustantiva del Acuerdo viene en un anexo donde describe propósitos, instrumentos institucionales, estructura y el manto ideológico que cubre a la 4T. El anexo consta de 214 páginas y 62 327 palabras, incluye 354 notas y 28 páginas de referencias. El fin principal: “Desarrollar un planteamiento curricular pertinente con la diversidad social, territorial, lingüística y cultural del profesorado, así como de las y los estudiantes”. Destaca las estrategias nacionales para la enseñanza de lenguas y culturas indígenas y afromexicanas; de educación inclusiva (debería decir incluyente según el español de México); de educación multigrado; para alumnos en situaciones de migración interna y externa; para fortalecer a las escuelas como parte del tejido comunitario en contextos urbanos; y nacional de lectura; y perspectiva de género para mantener a las escuelas libres de violencia y acoso. No entiendo cómo la perspectiva de género mantendrá libres de violencia a las escuelas.

El nuevo plan de estudio que propone el gobierno de la 4T es una apuesta de alto riesgo porque propone mudar el proceso de enseñar y aprender del sanctum de la educación y el aula, a la comunidad.

En suma, el Acuerdo revisa a fondo ciertas aristas ideológicas de las primeras propuestas, pero no las descarta. También ratifica que la SEP tiene el monopolio para determinar los planes y programas de estudio aplicables y obligatorios en toda la República Mexicana para la educación preescolar, primaria, secundaria y normal. La NEM, en su versión legal, otorga al nuevo plan de estudio y marco curricular una existencia normativa, codifica pautas de conducta para el funcionariado y el magisterio. La SEP anunció que habría un programa piloto en el ciclo escolar 2022-2023. Eso provocó la irrupción de actores autoconvocados que se interpusieron entre la SEP y las facciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

SNTE, CNTE y organizaciones sociales

Las facciones del SNTE, la mayoritaria y la CNTE, emplean estrategias distintas, pero con el mismo fin de cogobernar la educación. En sus mensajes, Alfonso Cepeda Salas —secretario general del SNTE— evita mencionar el nuevo plan de estudios y el marco curricular, no repite lo de la gran transformación educativa por venir, ni transcribe la ideología comunalista. Pone el énfasis en el alumno, en la persona y su futuro. Y, por supuesto, en la labor de los maestros mexicanos. En cambio, la CNTE despliega una oposición activa, más por la defensa de sus intereses de facción, pero se convierte en aparato que trastoca la acción del gobierno.

Con todo, fue una organización de la sociedad civil la que de manera inesperada para el gobierno enmarañó el programa piloto. La SEP anunció en agosto de 2022 que lo pondría en marcha en 960 escuelas —30 por entidad federal— con el fin de probar materiales y capacitar a los docentes. Pero, la asociación Educación con Rumbo interpuso un amparo para garantizar el derecho humano de los niños a la educación y a la igualdad. El juez sexto de distrito le dio la razón y concedió primero la suspensión provisional y el 3 de octubre la definitiva. Ratificó que el programa piloto de la SEP es inconstitucional.

La secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, dijo que interpondría un recurso de queja. En la mañanera del viernes 7, el presidente López Obrador expresó: “Somos respetuosos del Poder Judicial, pero no nos dejamos. Vamos a indagar y vamos a ver quién fue el juez y por qué razón”. Es decir, no es tan respetuoso; amenazó con exhibir al juez.

No fue un golpe mortal, pero puso a la SEP en un impasse. Para cuando comience el ciclo escolar 2023-2024, acaso sea tarde para ejecutar los códigos de conducta; habrá que gobernar la educación en un ambiente de crispación por las elecciones de 2024.

Cierre

Quizá la apuesta de la NEM y nuevo plan de estudios y cambio curricular tuviera posibilidad de éxito si considerara los tiempos de maduración de una reforma. Pero el presidente López Obrador desea ejecutarlos a toda prisa y, aunque el liderazgo del SNTE no proteste, no implica que los maestros frente a grupo acepten las ideas centrales.

Si bien más allá de la CNTE no hay una oposición vociferante (nadie compite con las mañaneras), pienso que la inercia de la costumbre enterrará esa intención. Las tradiciones magisteriales, la forma de enseñar y los valores adquiridos en las normales tienen arraigo en las escuelas, son códigos de conducta persistentes. Para muchos maestros los métodos de enseñanza y los modos de evaluación están ligados a una ética de trabajo estable —hasta densa, como parte de la vocación— que, a pesar de críticas y exhortaciones, no modificaron en el pasado por mandato de gobiernos reformistas.

Hay un precepto que evidencia porqué muchos esfuerzos de reforma educativa fracasan, aunque muestren buenas intenciones: la persistencia cultural. Las estructuras sólidas, como las de las escuelas, responden lento a cambios que no se originan en su interior. Las instituciones cargan símbolos domésticos que se reproducen de forma constante; sus actores son reacios a aceptar incentivos exógenos para cambiar la cultura institucional. Por último, la Nueva escuela mexicana, en el fondo, propone códigos de conducta que ratifican la costumbre institucional y la forma de gobernar la educación, aunque con una retórica vindicativa.

Carlos Ornelas
Profesor de Educación y Comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

Resumen del texto presentado en el Simposio “Reformas educativas 1990-2020”. Mesa 1. El contexto internacional, nacional y local de las reformas. Actores y procesos celebrado el 15 de noviembre de 2022 en el Auditorio “René Drucker Colín” y organizado por el Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav.

Publicado originalmente en “Nexos” https://educacion.nexos.com.mx/las-etapas-de-la-nueva-escuela-mexicana/

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