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Confluir con la verdad, el nuevo desafío de la información

Javier Gómez Valtierra

Con la llegada de las redes sociales no solo hemos atestiguado el desarrollo tecnológico de los medios de información, así como su transición a lo digital, sino que ahora, una gran parte de la población tiene acceso a un sinfín de herramientas y contenidos que facilitan el día a día por su inmediatez y variedad, pero que al mismo tiempo se vuelven abrumadores y en ocasiones, se sienten como opiniones o puntos de vista que intentan validar algunas narrativas, convirtiendo las virtudes de estos instrumentos en obstáculos al momento de rastrear la realidad. Esto hace que encontrar la verdad sea un auténtico desafío en un laberinto de (des)información.

Esta alta oferta de contenido, así como la velocidad con la que la información fluye y se viraliza, vuelve el asegurar la veracidad del contenido que llega a nosotros una tarea casi imposible, ocasionando, en la mayoría de los casos, desinformación.

Con este contexto, la Universidad Estatal de Oklahoma (OSU) diseñó un seminario sobre los impactos de la desinformación, con una duración de tres semanas, de las cuales dos se realizaron asincrónicamente y una de manera presencial en Stillwater, Oklahoma, con gastos cubiertos para ciudadanos mexicanos seleccionados como becarios por parte de la Embajada de Estados Unidos de América en México para impulsar los esfuerzos de alfabetización mediática y detectar los riesgos que implica la desinformación.

En seguimiento a este proceso de formación, y con el ánimo de potenciar las herramientas en contra de la desinformación, la Embajada —en colaboración con Radix Education— crearon el programa presencial “Verdad vs Mentiras: Desmintiendo la desinformación”, en el cual 39 personas de distintos ámbitos (había desde universitarios, hasta periodistas de alto perfil, o personas que se desempeñan en la academia, el gobierno o la sociedad civil) recibimos conferencias magistrales con expertos internacionales en el tema, como Lukas Mejía, del Centro de Análisis y Amenazas Digitales de Microsoft, quien destacó por su dominio en la detección y prevención de amenazas en granjas de bots, así como del modus operandi de las mismas. En este mismo evento, tuve la oportunidad de conversar con Mariana Sánchez y Alejandro Guerrero, quienes actualmente desarrollan una investigación sobre redes sociales y políticas de medio, quienes nos enseñaron a poner en práctica algunas recomendaciones, que más adelante te voy a compartir, para detectar la desinformación. 

En este evento, además tuve también el privilegio de escuchar las acciones internacionales que cinco países están emprendiendo para mitigar los esfuerzos de desinformación, esto a través de los representantes de las embajadas de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón y Reino Unido. Lo anterior, sin duda expandió mis horizontes, permitiéndome entender contrastes e iniciativas que podrían ser replicadas en México.

Así pues, durante los últimos meses, gracias a Oklahoma State University, la Embajada de Estados Unidos en México y Radix Education, pude conocer y entender las causas, así como el impacto de la desinformación en un contexto global, además de las implicaciones que la información mal intencionada y la información falsa tienen en la actualidad, y es que tan solo en las recientes elecciones estadounidenses del 5 de noviembre de 2024, surgieron una serie de estrategias creadas con inteligencia artificial generativa, alterando y modificando discursos, tanto del ahora presidente Donald Trump, como de la excandidata presidencial Kamala Harris, lo que ocasionó caos e incertidumbre en el contexto político global, por solo mencionar un ejemplo.

Sin embargo, no es la primera vez que las noticias falsas generan polémica en contextos políticos, pues en México el canal oficial de noticias del gobierno ruso Russia Today (RT) se publicitó en estaciones de transporte público de la Ciudad de México, además de que los artículos publicados sobre México en el sitio web, favorecen la diseminación de propaganda a favor de ciertos gobiernos. 

Así pues, por cada 10 noticias generales que comuniquen hechos reales en el mundo, una de éstas influye en la percepción del lector en temas geopolíticos, por ello es fundamental regular el contenido que llega y se difunde en redes sociales.

Es por esto por lo que la desinformación en todo su espectro genera incertidumbre, impulsando discursos de odio, atentando contra la realidad, generando muchas veces burbujas de información que sesgan de la verdad a grupos afines a ciertos intereses.

Conviene subrayar que la desinformación deliberada, así como la información errónea permean en grupos vulnerables, adultos mayores o jóvenes, pues son quienes comparten constantemente este contenido en cadenas de redes sociales o de boca en boca con la comunidad, construyendo con la desinformación un virus que es difícil de atacar.

Por consiguiente, aquí te dejo algunas recomendaciones para asegurarte, antes de compartirlo, de que el contenido que recibes tiene información real:

  1. Constatar el sitio web: asegúrate que el sitio web de donde obtienes la información proviene de un sitio oficial.
  2. Revisar la fecha de publicación: examina que la fecha sea actualizada para que no te confundas con noticias viejas.
  3. Verificar las fuentes: comprueba que las fuentes del sitio web son auténticas, así como la veracidad de la información que estos sitios manejan.
  4. Hacer Fact-Checking: verificar los hechos para asegurarte de que el contenido que recibes no está alterado o manipulado; existen páginas que se dedican a esta labor titánica, échale un ojo a El Sabueso.

En definitiva, es fundamental implementar políticas públicas que atiendan el reto de la desinformación, pero sobre todo generar conciencia sobre la alfabetización mediática y su importancia, para que futuras generaciones desarrollen habilidades para desafiar la desinformación, y para que tengan libre acceso a la verdad.

Acerca del autor  

Javier Gómez Valtierra es Licenciado en Relaciones Comerciales por el Instituto Politécnico Nacional y estudiante de la Licenciatura en Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas. Además, es egresado de la Embajada de Estados Unidos en México, por el programa en alianza con Oklahoma State University, y por el programa con Radix Education, llamado “Verdad vs. Mentiras: Desmintiendo la desinformación”.

Referencias  

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