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Ayotzinapa: 8 años de dolor y esperanza / RIER

Comunicado de la Red Temática de Investigación en Educación Rural sobre el 8 aniversario de la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa

La verdad aunque impotente y siempre derrotada en un choque frontal con los poderes establecidos tiene una fuerza propia: hagan lo que hagan los que ejercen el poder, son incapaces de descubrir o inventar un sustituto adecuado para ella (Arendt)

Un año más desde la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa. Ocho años después de ese infausto día, ya no es suficiente clamar justicia. Como sociedad, como universitarios, investigadores, ciudadanos, mujeres y hombres, todos, lanzamos un grito, compartimos un llamado, donde se entremezclan el dolor y la esperanza. Queremos la clarificación de los hechos, la paz para los corazones de sus familias y seres queridos, la certeza de que esta situación no volverá a suceder. Estamos conscientes del mundo que habitamos, donde conviven los anhelos de justicia y libertad con las fuerzas oscuras de la historia. Necesitamos salirnos de la lógica de víctimas y victimarios y pensar en una sociedad nueva. 

Los estudiantes de Ayotzinapa caminan juntos con los migrantes del Mediterráneo, con nuestros migrantes que se agolpan en la frontera sur, en la frontera norte y en tantas partes de México, con Walter Benjamin desconsolado en la frontera de España. Ellos no están solos, no son las sombras en las que quieren transformarlos los que dominan esta tierra. Todos se merecen justicia, en un movimiento que une pasado y futuro, desde un presente que se compromete con la vida, sin restricciones. Impulsémonos a continuar, para que cada uno de los que constituyen este colectivo humano interconectado en redes imprevisibles, nos asumamos como líderes de nuestra propia historia, dispuestos en forma irrenunciable a crear un mundo mejor.  

Las Escuelas Normales Rurales, las Escuelas Normales, las escuelas: que todas ellas se instauren como el lugar de lo común, el espacio de todos, el lugar de lo público, donde lo doméstico se desvanece y las diferencias dialogan en igualdad. Hagamos del mundo la escuela donde se aprende a amar al otro. En medio de la intemperie, un llamado a la justicia por los estudiantes de Ayotzinapa que nos dignifique a todos. Recordemos a Juan Gelman, que en el prólogo al libro de Pilar Calveiro sobre los campos de detención en la Argentina, afirmó que con este texto la autora los liberaba a todos, vivos y muertos. 

Un llamado, una plegaria por la justicia, el amor, la libertad, la paz y la felicidad que tanto nos merecemos, reconstruyendo el espacio de la política, recordando: “la grandeza y la dignidad que hay en ella (…)  la alegría y la gratificación que nacen de estar en compañía de nuestros iguales, de actuar en conjunto y aparecer en público, de insertarnos en el mundo de palabra y obra, para adquirir y sustentar nuestra identidad personal y para empezar algo nuevo por completo” (Arendt, 1996). Confiamos en el resurgir de la política, anunciado por Hanna Arendt, que vivió el exilio y la violencia y supo entender que sólo el amor al mundo nos pone en otro lugar. Como ya se dijo y quedó grabado en el recuerdo: “no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos” (Salvador Allende). 

Con todas estas memorias, estas presencias, estas voces que nos acompañan, una vez más: JUSTICIA por Azotzinapa y por todos los aquí nombrados. Este es nuestro testimonio y nuestro llamado.  

Firman miembros de la RIER

Amanda Cano Ruíz, Benemérita Escuela Normal Veracruzana

Armando Solares Rojas, Cinvestav, Ciudad de México

Beatriz Cadena Hernández, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

David Herrera Figueroa, Universidad Pedagógica Nacional, Yucatán

Diana Solares, Universidad Autónoma de Querétaro.

Diego Juárez Bolaños, Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Edgar F. Pérez Martínez. Universidad Intercultural de Chiapas

Edgar Pérez Ríos. Educador comunitario independiente, Oaxaca

Ena Rosa Suárez Hernandez, Centro de Actualización del Magisterio de Quintana Roo

Esteban García Hernández, Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua

Graciela Carrazco López, UNAM, Ciudad de México

Graciela Messina, Ciudad de México

Luis Ernesto Solano Becerril, Universidad de La Salle Bajío, Guanajuato

María del Rosario Auces Flores, Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Nicolás Arcos López, Universidad Intercultural del Estado de Tabasco

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