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¿A quién pertenecen las Normales Rurales? (Parte I)

A través de elementos básicos se abordará una situación histórica y compleja de dimensiones sociales

Como suele suceder en ciertos periodos del año, hoy, las Escuelas Normales Rurales ocupan parte de la atención pública. Para Puebla, los casos más cercanos, física y emocionalmente, son la “Carmen Serdán” en Teteles de Ávila Castillo, en nuestra entidad y la “Lic. Benito Juárez”, en Panotla, Tlaxcala, pertenecientes ambas, al mismo subsistema de la educación superior en nuestro país.

En esta irrupción en los medios, se da cuenta de hechos, fechas y demandas, se publican marchas, tomas, pliego petitorio, así como respuestas oficiales, entre otras cosas; esto bajo la figura de información para la sociedad. Sin embargo, es necesario, que, al ciudadano realice un análisis de la situación informada, por básico que fuera, antes de asumir una postura de rechazo o aceptación mecánica. Agregaría que, en el caso de algunos académicos se debiera hacer lo mismo, antes de condenar los hechos, o bajo el influjo de la idealización, se justifiquen las acciones emprendidas por los Normalistas, cualquiera que esta sea.

Una alternativa es generar interrogantes propias, tal vez, iniciando con ¿cuáles son los hechos? ¿cómo se suceden? Pero escalando en complejidad hacia ¿por qué suceden?, ¿para qué?, ¿quiénes son sus actores?, ¿qué intereses son los que están en juego?… en fin, interrogantes medianamente profundas, que posibiliten no solo informarse de los detalles, sino el formarnos postura propia.

En esta ocasión, permítaseme dedicar esta colaboración y la de la semana próxima, a ofrecer elementos básicos, que sirvan de referencia, para aproximarnos al abordaje de una situación histórica y compleja de dimensiones sociales. Desde luego, desde la subjetividad de quien escribe.

Como Institución, las Escuelas Normales Rurales son producto del movimiento revolucionario de principios del siglo pasado. En 1922 siendo presidente el General Álvaro Obregón del Partido Liberal Constitucionalista, son creadas las Escuelas Nacionales Rurales (ENR), con el objetivo de formar a los maestros que habrían de extender la educación hasta el medio rural. Su importancia era evidente: en un México, que en 1921, reportaba que poco menos del 70 por ciento de su población se ubicaba en el medio rural, contexto que se complementa con el 65% de analfabetismo, de ese momento.

Como institución educativa, aun cuando cada una de ellas, son una historia particular, se puede decir, de manera general, que como parte del sistema educativo nacional, han experimentado diferentes fasesa) sus primeros momentos en los que llegó a tener presencia en cada entidad federativa; b) con la llegada del General Lázaro Cárdenas a la presidencia, experimentan un fuerte impulso y cambian su nombre a Escuelas Regionales Campesinas (ERC), nombre que subsiste hasta 1946, año en el que retoman su denominación como Escuelas Normales Rurales, tal como hoy se les ubica.

Varios han sido los intentos de cerrarlas, especialmente significativo, es el ejecutado durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, cuando cerró 15 de las 29 existentes. En general se podrían distinguir tres modalidades, en los esfuerzos por desaparecerlas: Una temprana, en donde la fuerza se ejerció de manera directa; una intermedia, con violencia sutil, en donde la presión se ejerció desde el presupuesto; y la actual, en donde el Estado las abandona a su suerte, evadiendo la responsabilidad establecida en nuestra Carta Magna. Sobra decir, que esta última, la que hoy presenciamos, es la más nefasta de las tres modalidades, implicando el abandonar a estudiantes y comunidad de colaboradores, a su suerte. Alguna ocasión escuche a un político decir: dales cuerda, para que se ahorquen solos.

Cabe destacar, que, en 1935, se crea la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM); organización concebida para la defensa de las ENR, misma, que, a través de los Comités Estudiantiles de las Normales, tiene presencia determinante en la vida interna de cada una de ellas, y como subsistema. Sin este actor, no se puede realizar análisis alguno, de cualquiera de los aspectos de interés de estas Escuelas, mucho menos comprender lo que sucede en y con ellas.

Hoy se registra la existencia de 17 Instituciones: El Quinto, Sonora; Saucillo, Chihuahua; Aguilera, Durango; San Marcos, Zacatecas; El Cedral, San Luis Potosí; Cañada Honda, Aguascalientes; Atequiza, Jalisco; Tiripetío y Cherán, Michoacán; Teteles, Puebla; Panotla, Tlaxcala; Tenería, Estado de México; Amilcingo, Morelos; Ayotzinapa, Guerrero; Tamazulapam, Oaxaca; Mactumactzá, Chiapas, y Hecelchakán, Campeche. Si logran la reapertura como normal rural de El Mexe, Hidalgo, el próximo año podrían reintegrar a esta escuela a la FECSM y sumar 18 instituciones. El Mexe, Hidalgo, es un caso pendiente con la cual, sumarían 18.

Bueno… quedando pendientes asuntos como el perfil de estudiantes, financiamiento, servicios internos, gobierno, administración y respuesta al cuestionamiento del título, por el momento hay que cortar, pero continuaremos la semana próxima, hasta entonces.

Publicado originalmente en e-consulta: https://cutt.ly/iNrY7Wa

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